En la reunión mantenida en el día de hoy, y en el protocolo enviado por el Ministerio de Educación minutos antes del inicio de la misma, el gobierno no da respuesta a ninguno de los reclamos que venimos planteando desde la docencia.
En primer lugar y como elemento fundamental, el gobierno continúa insistiendo con la vuelta a la presencialidad en un contexto de más de 1200 contagios diarios en la Ciudad de Buenos Aires y con un 60% de ocupación de camas de UTI en el AMBA. En medio de esta situación, el gobierno sigue sin garantizar condiciones básicas para la aplicación de los protocolos que elaboran las propias autoridades sanitarias.
El protocolo sigue planteando burbujas del grado completo y que un mismo docente puede participar en más de una burbuja a cargo. En buena parte de las escuelas, las dimensiones de las aulas no permiten el distanciamiento de 1,5 m si se pretende el ingreso de la totalidad de la matricula.
Además, no solo deja librada a cada escuela y conducción la organización espacial de los grados/cursos, sino que deslindan su responsabilidad en las conducciones escolares que deberán ser las que dictaminen si hay o no condiciones y aclara que deben garantizar que se cumpla el mínimo de presencialidad de lunes a viernes y 3hs (nivel inicial) y 4hs los otros niveles.
A esto se suma que muchas de las escuelas no poseen la necesaria ventilación (ventilación cruzada puerta-ventana máxime cuando se está pensando la vuelta en una época de altísimas temperaturas) y no se han realizado las suficientes obras ni adecuaciones de infraestructura para adaptar espacios y baños.
Tampoco se ha contratado a la fecha el suficiente personal auxiliar de limpieza en función de la cantidad de secciones que tiene cada escuela; solo se plantea la dotación de cuadrillas que rotarían de una escuela a otra.
Si bien fue tomada nuestra propuesta de realizar testeos al personal educativo de manera sistemática, para poder hacer un seguimiento exhaustivo de posibles casos asintomáticos, hay varias cuestiones que continúan siendo problemas serios.
La insistencia en que lxs docentes podamos participar de varias burbujas al mismo tiempo, viajando diariamente de una escuela a otra y estando en contacto con cientos de estudiantes por día (por ejemplo en el caso de lxs docentes curriculares, de media y Terciarios) aumenta la exposición al virus y la posibilidad de multiplicar los contagios.
Tampoco se da respuesta al problema del transporte. El gobierno insiste en que estudiantes, docentes y personal usen transporte público, siendo absolutamente inviable el sistema de supuesta prioridad que plantean.
El protocolo llega al absurdo de plantear que cuando no existan las condiciones para mantener el distanciamiento se deben extremar las demás medidas. ¿Lxs niñxs amontonados pero con doble barbijo? ¿Nos ponemos el doble de alcohol en gel?
Desde Ademys seguimos sosteniendo que el gobierno debería garantizar una serie de condiciones para plantear una vuelta a la presencialidad de manera segura, en caso de que la situación epidemiológica lo permita y que tengamos también un cronograma certero de vacunación para el personal de la educación.
Algunas de estas condiciones incluyen:
– Ampliación de la planta docente en función de garantizar grupos reducidos y sistema mixto de presencialidad y virtualidad y que lxs docentes no podamos participar en más de una burbuja.
– Obras de infraestructura que garanticen la suficiente ventilación y espacio de circulación de estudiantes y docentes.
– Además demandamos que sean eximidxs de asistir presencialmente no sólo quienes sean personas de riesgo sino quienes conviven con familiares de riesgo o tienen hijos en edad escolar que deberán adaptarse a sus horarios y por contacto con varias burbujas.
– Personal auxiliar de limpieza extra permanente e insumos suficientes.
– Transporte escolar para docentes y estudiantes.
– Equipos y conectividad para docentes y estudiantes.
A la grave situación sanitaria se suma que el gobierno no da respuesta al reclamo salarial. En 2020 sufrimos una pérdida salarial en relación a la inflación y sostuvimos la virtualidad con nuestros salarios, llegando al punto de pagar para poder trabajar. Por todo esto exigimos que se abra la discusión salarial de manera urgente.
Para debatir todas estas cuestiones convocaremos a una asamblea abierta de la docencia en la semana del 8 de febrero donde evaluaremos las medidas y acciones a seguir.