La elección de la fecha, remite a la sanción de la llamada “Ley Palacios” impulsada por el diputado socialista Alfredo Palacios y aprobada, en dicha fecha, hace ya 109 años.
Pero… ¿de qué estamos hablando cuando hablamos de trata? La trata es, primero que nada, un negocio millonario que mueve cerca de 40.000 millones de dólares al año. Se estima que, en la actualidad, 24,9 millones de personas se encuentran esclavizadas por tratantes, de las cuales el 62% son mujeres, el 17% son niñxs y el 21% son varones. En América Latina y el Caribe se calcula que hay más de 5 millones de personas sometidas a regímenes de esclavitud. Estas estadísticas, no obstante, son siempre parciales debido al carácter clandestino, de amparo, promoción y encubrimiento por parte de los Estados.
Una red de trata no es un grupo improvisado de cafishos y esclavistas. Requiere para su funcionamiento de la participación de todos los eslabones del Estado y la complicidad del poder político. Las leyes de blanqueo de capitales, por ejemplo, promovidas por todos los gobiernos, son un botón de muestra de cómo los estados son cómplices de este “negocio”.
La Argentina supo ser pionera en materia de leyes que protejan a las personas de ser esclavizadas, ya la propia Constitución Nacional de 1853 tenía un carácter absolutamente abolicionista y la “Ley Palacios” sancionada en 1913 fue la primera de toda la región. Sucede que no existe herramienta jurídica que valga cuando todo el régimen está comprometido con el negocio.
Un país que se hunde en la miseria, con un 50% de la población bajo la línea de pobreza, es terreno fértil para el reclutamiento de las redes de trata. El capitalismo se nutre como un parásito del negocio de la destrucción física y moral de las personas.
En conclusión, la trata es un negocio redondo para muchxs más allá de la indignación que genera, la enorme rentabilidad que lleva a las arcas de lxs más poderosxs hace que reciba el amparo y auspicio del poder político, económico y estatal. Es por eso, que entendemos que solo la organización independiente de lxs trabajadorxs puede ponerle un freno a este flagelo.
Desde Ademys y junto a las comunidades, no solo fuimos impulsorxs de la búsqueda ante la desaparición de una piba, además hemos elaborado materiales para trabajar con lxs estudiantes este problema, destacando siempre la importancia de la ESI como herramienta de prevención.
▪ Desmantelamiento de cada prostíbulo y de las redes de trata
▪ Educación sexual científica y laica.
▪ Confiscación de las cuentas y bienes de lxs tratantxs ¡Basta de blanqueos de capitales!
▪ Protección integral a lxs sobrevivientes rescatadxs.
▪ El Estado es responsable
🖋Comisión de Mujeres y Géneros – Ademys