8 años sin Luciano: ¡Los pibes y las pibas NO SON PELIGROSOS, ESTÁN EN PELIGRO!

4-Derechos Humanos

8 AÑOS SIN LUCIANO:
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Lo mató la policía. Lo desapareció el Estado. Lo encontramos luchando.
Este 31 de enero se cumplen 8 años de la desaparición de Luciano Arruga, adolescente de 16 años que fue secuestrado en 2009 por policías del destacamento de Lomas del Mirador, torturado y desaparecido.

¿Por qué le sucedió todo esto?

Una frase de su hermana, Vanesa Orieta, lo resume con claridad: «Quiero que recuerden a mi hermano como un negro, villero, argentino que se negó a robar para la policía».

En el contexto actual, la historia de Luciano cobra un valor particular, casi pedagógico. Porque su detención arbitraria, asesinato y desaparición son ejemplo cabal de la situación de cientos de pibes y pibas de los sectores más humildes, a quienes los medios y “especialistas” suelen nombrar como “menores”.

Niños, niñas y adolescentes obligados a ser mano de obra gratuita, rehenes de las distintas mafias. Pibes cuyos cuerpos y voluntad dejan de pertenecerles para ser objetos de uso y descarte de redes delictivas que involucran a empresarios, miembros del aparato represivo estatal, punteros políticos, jueces, intendentes, gobernadores, funcionarios de todos los niveles. En fin, esos pibitos que pasan por nuestras aulas y a quienes día a día vemos negárseles los derechos más básicos; esos que terminan siendo víctimas del gatillo fácil (uno/a cada 30 horas); esos que son obligados a robar para beneficio de otros; esos que si se niegan pueden terminar asesinados y desaparecidos como Luciano; esas pibas secuestradas por las redes de trata para ser prostituidas. Innegables víctimas de un sistema perverso, son señalados por el poder político y los grandes medios de comunicación como la mayor amenaza para la sociedad, la causa de la inseguridad. Y con esa misma lógica intentan hacernos creer que la solución es encarcelarlos cada vez a más temprana edad. Bajar la edad de imputabilidad. Ante semejante manipulación de la realidad, la historia de Luciano nos ayuda a deconstruir ese discurso. Demuestra bien que los pibes y las pibas no son peligrosos, sino que están en peligro. Que la inseguridad tiene su origen, beneficiarios y encubridores en los ámbitos policiales, judiciales, empresariales y gubernamentales.

Debajo de cada gorra, hay un pibe con su historia.
La historia de Luciano.

Tiempo antes del secuestro de Luciano, en 2008, efectivos policiales le habían ofrecido salir a robar para ellos en zonas liberadas. Por negarse, era detenido por la policía y hostigado en la calle de forma sistemática.

Cinco meses antes de su desaparición, lo secuestraron y torturaron en el Destacamento de Lomas del Mirador. Su familia podía oír los gritos de dolor, y justamente su presencia hizo que esa vez lo dejaran ir. Sin embargo, después de esa detención, Luciano tenía miedo. Como pibe de barrio sabía de la impunidad con que se maneja la policía y él se les había enfrentado al negarse a ser “pibe chorro”.

Tiempo después, en la madrugada del 31 de enero volvía a su casa luego de haber estado con amigos, cuando sobre la Avenida Mosconi de Lomas del Mirador lo paró un patrullero policial. Hay testigos que aseguran que fue palpado y golpeado antes de dejarlo ir. Luciano siguió caminando y en Perú y Pringles lo metieron a la fuerza en el patrullero mientras era brutalmente golpeado. Hay testimonios que aseguran haberlo visto en el Destacamento de Lomas del Mirador, ensangrentado y herido. Nadie lo volvió a ver y la policía negó a la familia que hubiera estado allí. Ese 31, Luciano fue desaparecido.

Sin embrago, a diferencia de tantos pibes cuyas muertes se pierden en el anonimato, el caso de Luciano tomó relevancia pública porque inmediatamente su mamá y su hermana iniciaron una lucha imparable, tomada por un arco enorme de organismos de derechos humanos, organizaciones sociales y políticas. Así fue que cinco años después de su desaparición, esa lucha consecuente permitió encontrar su cuerpo, que había sido enterrado en el cementerio de la Chacarita como “NN víctima de accidente de tránsito”. Se pudo constatar que Luciano fue atropellado en el cruce de Avenida General Paz y Emilio Castro, la misma madrugada en que el patrullero se lo llevó. Como denuncia la familia, “Luciano cruzó por un lugar inaccesible, con ropa que no era la suya, como si estuviera escapando de algo”. Esa noche Luciano fue trasladado por el SAME al Hospital Santojanni, luego de un llamado recibido por el 911. Para sumar elementos a la cadena de complicidades que atraviesan la causa, hay que agregar que la familia de Luciano estuvo esa misma noche en el hospital, preguntando si había ingresado. Se lo negaron.

Luciano Arruga PRESENTE

Este 31 se cumplen ocho años de su desaparición a manos de la Policía Bonaerense que por entonces dependía del gobernador Daniel Scioli (candidato a presidente en 2015). Pero a pesar de la cantidad de pruebas de su secuestro y tortura, no hay imputados en la causa. Es obvio, el manto de impunidad no caduca con un gobierno porque les sirve a todos.

Pero si hay algo que no caducará jamás es nuestra lucha por justicia. Porque siempre vamos a seguir peleando por justicia para Luciano y por niñez y juventudes dignas para todos nuestros pibes y pibas. Porque hoy la lucha por Luciano es también la lucha contra baja de la edad de imputabilidad.

A 8 años de su desaparición gritamos bien fuerte: ¡JUSTICIA PARA LUCIANO!

Que todos los responsables de su asesinato y desaparición vayan a la cárcel.

NO A LA BAJA DE LA EDAD DE IMPUTABILIDAD

¡Los pibes y las pibas no son peligrosos, están en peligro!

Hacé click acá para ver nota de Ademys sobre la baja de la edad de imputabilidad: http://www.ademys.org.ar/v2/no-a-la-baja-de-la-edad-de-imputabilidad/