La unidad de coordinación de la Unicaba “espía” en las aulas virtuales para controlar
En los últimos días, se ha provocado un malestar creciente en las comunidades educativas de los Institutos de Formación Docente de CABA, debido a la intromisión inconsulta de observadores virtuales de la Unidad de Coordinación creada por la Unicaba, a cargo de Emmanuel Lista, de la mano del acceso que le habría otorgado el INFOD.
En cada una de las aulas virtuales que usan las y los docentes, fue incorporada una persona María Pitton, quien según la explicación del Ministerio «acaba de integrarse al equipo de la Unidad. María se desempeñará, en el marco de las líneas planteadas por el Instituto Nacional de Formación Docente, como referente TIC de la jurisdicción y colaborará con la gestión de los nodos«.
Siendo absolutamente inverosímil que una sola persona sea referente de TIC para todas las aulas virtuales de los 29 Institutos de Formación Docente de la Ciudad, lo que se evidencia es que se ha desarrollado un dispositivo de espionaje de la tarea educativa y el trabajo docente.
Esta situación de control del trabajo docente y de la participación de la comunidad educativa en las aulas virtuales, según reflejan por ejemplo los comunicados del ISP Joaquín V. González, no había sido consultada a dicha institución y por lo tanto vulnera un principio elemental de respeto a la libertad de cátedra ejercida por cada docente y significa una injerencia de esta Unidad creada por el Ministerio de Educación de Caba, en los institutos.
Las denuncias de elementos extraños a las comunidades educativas durante estos meses de virtualidad se han multiplicado. Control y seguimiento que derivan en presiones inaceptables para cualquier trabajador/a y como es evidente no sólo constituye un sistema de supervisión del trabajo sino de vigilancia y de control ideológico, como se viene intentando implementar desde hace tiempo.
En el contexto del escándalo nacional por la red de espionaje, esta intromisión en las aulas de todos los cursos de todos los institutos de formación docente no puede ser leido de otra manera más que como una continuidad de una política que busca espiar, controlar, cercenar la libertad de cátedra y la libertad de expresión con un sistema de vigilancia.
Por eso repudiamos este accionar de la Unidad de Coordinación y apoyamos el pedido de retiro de los funcionarios de esta área en las aulas virtuales de los institutos de formación docente.
Pero este “espionaje” de aulas, que nada tiene que ver con el acompañamiento de la tarea pedagógica, no se da en un marco aislado.
En el día de ayer el Consejo Interuniversitario Nacional y el Ministerio de Educación Nacional suscribieron un acuerdo para la compra de un software para el reconocimiento de datos biométricos de estudiantes y análisis de actividades consideradas “sospechosas” para instancias de evaluación virtual, tal como en la Universidad Nacional de Córdoba ya fuera denunciado por docentes como “ciberpatrullaje de los exámenes”.
Desde Ademys dejamos constancia de que la lucha contra la Unicaba sigue en pie. Y que esta reforma que es rechazada de forma unánime por los 29 Institutos de Formación Docente de la Ciudad, no puede ser avalada por el INFOD dado que es un organismo nacional que nuclea a los institutos nacionales y nada tiene que hacer un instrumento de una universidad local (UCSFS), que aprovecha la pandemia y la suspensión de clases para avanzar contra la autonomía y los mecanismos institucionales que cada instituto tiene.
Decimos No a la intromisión de los funcionarios y personal de la UCSFD en los 29 institutos terciarios, rechazamos cualquier mecanismo de injerencia, persecución y de “ciberpatrullaje” en la educación. No a la Unicaba.
