Después de más de un mes de reclamo de la docencia y comunidad educativa para que se suspendan las clases presenciales y se pase totalmente a la virtualidad, después de semanas de paro, después de la muerte de 15 trabajadorxs de la educación, finalmente se definen medidas inconsultas y más restrictivas.
El gobierno muestra así su absoluto desinterés por la educación. Muy al contrario de lo que expresa con sus slogans y propaganda en redes sociales, en lugar de permitir el sostenimiento de la educación virtual, dispone la interrupción total de las clases.
La virtualidad ya se venía sosteniendo en casi todas las áreas y niveles de manera más o menos sistemática, aún en las escuelas donde se combinaba con las clases presenciales. Por ejemplo, en el nivel secundario, gran parte de las escuelas ya estaba desarrollando sus clases con un alto porcentaje de virtualidad.
Pero, la indicación desde el Ministerio de Educación es suspender incluso las clases virtuales que ya estaban programadas, interrumpiendo la continuidad pedagógica y el proceso educativo en curso, sin ningún tipo de argumento lógico. El único fundamente fue que no había preparación para el pasaje a la virtualidad, absolutamente insostenible.
Desde el 2020 venimos demandando junto con la comunidad educativa equipos y conectividad, y en todas las reuniones en las que desde el Ministerio se aseguraba que cuando la situación sanitaria lo ameritara, se pasaría a la virtualidad. Nada se planificó, no se entregaron equipos, no se realizaron las obras para instalar redes que garanticen conexión a internet.
Como si esto fuera poco, en esta semana se suspende también la entrega de alimentos a las familias, dejando a miles sin ese necesario acompañamiento alimenticio. ¿A dónde irá ese dinero que seguramente ya fue abonado a las concesionarias? Nuevamente el negocio con la alimentación de lxs niños y niñas.
Sabemos que no hay mejor educación que la presencial, como hemos repetido incansablemente, pero entendemos que en este contexto es necesario el pase a la virtualidad. La suspensión total de las actividades educativas es más un intento de propaganda política y de disciplinamiento de la docencia y comunidad en lucha, que una genuina preocupación por el aprendizaje.
Exigimos al gobierno de Larreta el pase a la educación virtual y que se garanticen equipos y conectividad para docentes y estudiantes.
Exigimos además que se garanticen las canastas de alimentos para todas las familias.
Demandamos también que se agilice el cronograma de vacunación para toda la población.