Salario, impuesto a las ganancias, docentes sin cobrar, crisis edilicia, pérdida de horas, precarización laboral, ajustes y reformas antieducativas
En un momento donde en varios gremios se están discutiendo las paritarias, sobresale el reclamo de los trabajadores por superar el techo salarial impuesto por el gobierno nacional en torno del 27% y lograr un aumento que supere todo lo perdido por la inflación.
La paritaria de los docentes porteños fue cerrada el 26 de febrero entre el Ministro de Educación PRO, Esteban Bullrich, y la dirección de varios sindicatos.
El acuerdo -que Ademys rechazó en la propia Mesa Salarial y públicamente- fue de un 8-9% de aumento en negro a partir del mes de marzo (respecto del mes anterior), y un 13% más a cobrar en septiembre con algunas cifras en negro. Es un “aumento” de 21-22% en dos cuotas que anualizado es de alrededor del 17% (sin contar el aumento del FONAINDO desde agosto, que será pagado con fondos de Nación). Sin dudas, es la peor paritaria de los dos gobiernos del PRO, y la peor paritaria de 2015, en comparación con cualquier otro gremio. A este “aumento” insuficiente hay que agregarle que se mantienen las diferenciaciones salariales a la baja con miles de docentes por debajo de la garantía mínima, la desvalorización de las horas cátedra, el achatamiento de la escala salarial y la falta de actualización de los cargos de ascenso.
Además, alrededor del 20% de los docentes están afectados por el impuesto a las ganancias. El impuesto al salario se ha convertido en un “corralito” al sueldo mínimo: un docente que por la antigüedad o por la cantidad de horas/cargos que trabaje, supere el sueldo mínimo de dos jornadas simples o 40 horas cátedra, es alcanzado por Ganancias. Las distorsiones que vienen generando los “parches” del gobierno nacional a la aplicación del Impuesto, genera que un docente que recién se inicia a trabajar con posterioridad a septiembre de 2013 queda afectado por el impuesto a las ganancias, aun con dos jornadas simples o 40 horas cátedra sin antigüedad.
Por otra parte, al igual que en varias provincias, en la CABA hay miles de docentes sin cobrar. El no pago en tiempo y forma es una expresión aguda del ajuste sobre los trabajadores. El Expediente Electrónico y la sobrecarga de tareas administrativas de Secretarios y directivos han multiplicado los problemas generando que miles de docentes que tomaron cargos u horas desde febrero no hayan cobrado. A esto se suman todos las complicaciones por la implementación de la NES y la Ley de Profesor por Cargo, los recortes en los proyectos especiales de las escuelas, la grave situación edilicia en decenas de escuelas y las distintas formas de precarización laboral (horas a término, EDI, contratos, etc.); la inscripción online docente y la eliminación de las Juntas de Clasificación; la no construcción de escuelas, la falta de insumos y material didáctico, la comida de comedores y viandas de cada vez más baja calidad y cantidad, etc.
Hay razones para una huelga general
Luego del paro nacional del 31 de marzo pasado, quedó planteada la necesidad de la continuidad y puesta en pie de un verdadero plan de lucha nacional por el salario, contra el impuesto a las “ganancias”, la precarización laboral, los despidos y suspensiones, y por el 82% móvil para los jubilados.
Varios gremios están discutiendo sus respectivas paritarias. Los trabajadores aceiteros luego de un mes de lucha y huelga general lograron romper el techo salarial del gobierno y alcanzar un aumento del 36% con un mínimo cercano a la canasta familiar ($14.300). Lo mismo sucedió con los trabajadores de la Salud de ATE Mendoza, alcanzando un 37% de aumento y el compromiso del gobierno de pase a planta de los precarizados. Los bancarios pararon 48 horas. Los docentes bonaerenses pararon masivamente el 28 y 29 de mayo en una convocatoria de los SUTEBA combativos, junto con los estatales de ATE. Y decenas de conflictos en distintos gremios donde continúan los despidos y suspensiones.
En este contexto, se ha convocado para el 9 de junio una huelga nacional del Transporte, junto con las CGT de Moyano y Barrionuevo, y la CTA Micheli. Las direcciones sindicales burocráticas oficialistas y “opositoras” priorizan sus acuerdos por arriba con los gobiernos y las patronales, colocándose como garantes de una transición ordenada. Tanto Scioli (o Randazzo) como Macri y Massa son los candidatos del ajuste y en nada expresan los intereses de los trabajadores.
Pero a pesar de ellos y su intento de regimentación al movimiento obrero para que pase el ajuste con “paz social”, las bases trabajadoras pujan por romper los techos salariales y terminar con la confiscación del salario que implica el impuesto a las “ganancias”.
Por todo esto, desde Ademys, junto a otros sectores combativos y antiburocráticos del movimiento obrero, proponemos intervenir activamente en este proceso y movilizarnos para construir una alternativa independiente de los trabajadores, y que tenga un peso preponderante en la situación política abierta.
Ademys reclama la urgente reapertura de la Mesa Salarial y de Condiciones Laborales y un aumento de emergencia que lleve el sueldo mínimo del cargo testigo a $9000 y sus equivalencias, el blanqueo de las sumas en negro y fuera del básico. Por la conformación de una comisión que discuta la relación salarial entre los diferentes cargos. Por la eliminación del impuesto a las ganancias sobre los salarios, y que transitoriamente el gobierno de la ciudad absorba el descuento. Pago en tiempo y forma por cada mes trabajado. Basta de recortes presupuestarios y solución a todos los problemas de infraestructura y educativos.
Sólo con nuestra participación activa como trabajadores vamos a superar los límites que intentan imponernos, construyendo una alternativa independiente del Estado, las patronales, los gobiernos de turno y las burocracias sindicales.
Paramos activamente y nos sumamos al corte en el Puente Pueyrredón desde las 6 am
Concentramos en el Obelisco desde las 10hs para marchar al Ministerio de Trabajo de Nación