Los días 8, 9, 10 y 11 de junio se llevará a cabo el juicio por el femicidio de Laura Iglesias en el Tribunal Oral Criminal Nro. 3, ubicado en Brown y Tucumán, Mar del Plata.
Laura era egresada de la carrera de Trabajo Social en la Universidad Nacional de Luján y trabajaba para el Patronato de Liberados Bonaerenses. El 29 de mayo de 2013 Laura salió a trabajar con su propio auto, sola, como lo hacen habitualmente lxs trabajadorxs del Patronato. El auto quedó empantanado, lo dejó y siguió para cumplir con su trabajo. Más tarde fue a buscar su auto y ya no regresó. Su cuerpo fue hallado sin vida, con signos de violación y tortura. Fue brutalmente golpeada, violada y asesinada en la localidad de Miramar. El único imputado por el hecho es Esteban Cuello, con antecedentes como violador, acusado de “abuso sexual agravado seguido de muerte” y robo. Está probado que Cuello intervino en el crimen: cuando allanaron su casa, la policía le secuestró ropa interior y al peritarla encontró ADN de Laura. Y al mismo tiempo, en el cordón con el que se hizo el lazo para estrangular a Laura se halló ADN de Cuello. Pero la familia denuncia que Cuello no pudo haber actuado solo, y denunciaron a la Policía bonaerense por encubridores, logrando que se la apartara de la investigación.
La familia se apoya en que hubieron en la costa dos casos anteriores con similares características. Fueron los casos de Natalia Melmann y de Mara Mateu. En el de Natalia, que ocurrió en Miramar, fueron condenados a perpetua tres policías y hubo un cuarto policía de quien la Cámara dijo que había pruebas suficientes para procesarlo, recién se comenzó a hacerlo el año pasado. El brutal asesinato de Natalia ocurrió en el 2001 y ya en el 2012 los policías involucrados comenzaron a tener salidas transitorias, un beneficio que les concedió la Justicia, que se muestra generosa para con los bonaerenses. En el caso del también brutal asesinato de Mara, fueron condenados a perpetua un traficante y vendedor de drogas de Santa Teresita, pero el dato más que curioso es que el chip del celular de Mara apareció en el celular de la hermana de un policía.
Laura formó parte de un colectivo de trabajadoras que denunciaba la política de abandono y violencia del Patronato. Fue delegada en ATE y estaba construyendo organización en Miramar. Impulsora y promotora de la organización de lxs trabajadorxs, de la contención y acompañamiento entre compañerxs.
Comprometida con las luchas en la calle, con la población, con y por el trabajo, siempre contemplando el ejercicio de los derechos humanos.
Sus compañeros le exigen al Gobernador Scioli, al Ministro de Justicia, Ricardo Casal y a Alejandra López, que se hagan cargo de sus responsabilidades y piden a los jueces y fiscales que sigan investigando.
Desde Ademys acompañamos la exigencia ¡¡¡Verdad y Justicia por Laura Iglesias!!! y seguiremos organizándonos desde nuestro sindicato para luchar contra la violencia de género, basta de femicidios y # NiUnaMenos.