Desde Ademys expresamos nuestro más profunda solidaridad con la compañera Paula Muschetto y su bebé ante los hechos de violencia perpetrados por su pareja Sebastián Ruiz.
Asimismo, nos hemos puesto a disposición de la compañera para acompañarla en la terrible situación que está atravesando y en la búsqueda de justicia frente a la violencia sufrida. Lamentablemente, este no es un hecho aislado, sino que es moneda corriente en un sistema en el que la violencia contra las mujeres es la norma. Las golpizas, los insultos, el abuso, el maltrato hacia niños y niñas y la violación, son sólo algunas de sus expresiones visibles, también lo son la precarizacion, la publicidad televisiva, la jornada doméstica no remunerada, los recursos destinados a la asistencia de la mujer víctima de violencia, la impunidad con que actúan las redes de trata, la negación sistemática a nuestro derecho al aborto legal seguro y gratuito, para no morir en la clandestinidad.
Todo un entramado de violencias que proviene desde el Estado y sus instituciones, y que tiene como último eslabón de la cadena de violencias el femicidio.
No es casual que se exacerbe la violencia contra las mujeres en momento en la lucha de las mujeres cobra protagonismo en la escena pública. Este caso se da en la misma semana del Encuentro Nacional de Mujeres de Rosario y a tres días del Paro Nacional y Movilización de Mujeres donde fuimos miles las mujeres trabajadoras que tomamos la iniciativa en nuestras manos junto a nuestros compañeros mientras las conducciones sindicales hacían oídos sordos a la exigencia de paro nacional.
En tan solo una semana se conoció la noticia de seis femicidios entre los cuales se encuentra el de la adolescente Lucía Pérez.
Desde nuestro sindicato, seguimos aportando a la lucha por los derechos de las mujeres y en particular, exigiendo al GCBA la urgente reglamentación de la licencia por violencia de género -70y- y continuamos en la lucha por el derecho al traslado inmediato para que toda mujer tenga todos los recursos necesarios garantizados a la hora de denunciar y alejarse de su agresor.
Nos comprometemos a dar una fuerte pelea para que la compañera reciba la asistencia que corresponde y acompañamos el pedido de justicia de ella y su familia. Paula no está sola, somos miles las mujeres que ya estamos organizadas porque:
Si tocan a una, respondemos todas.
Ni Una Menos
Vivas nos queremos.
El Estado y los gobierno son responsables
Justicia para Paula Muschetto.