Horacio Rodríguez Larreta y la Ministra de Educación Soledad Acuña anunciaron con bombos y platillos el programa “Chau paneras”, que incluía un supuesto nuevo menú saludable para las escuelas. Pero, como suele pasar con este tipo de anuncios, la realidad está muy lejos de lo que publicita el gobierno frente a las cámaras de televisión.
Desde Ademys, venimos denunciando desde hace años la mala calidad de la comida en los comedores escolares: trisoja en el comienzo del macrismo, medallones de pasta con gusto a pollo o pescado, exceso de hidratos y grasas… un menú poco nutritivo y sumamente precario que difícilmente los funcionarios le darían a sus hijos. También denunciamos cómo se vienen achicando las porciones y cómo las y los trabajadores del comedor hacen malabares para que alcance la comida para todxs lxs chicxs de la escuela y que además sea por lo menos “pasable”. Hemos acompañado la pelea de los estudiantes secundarios ante la denuncia del achicamiento de las becas y la reducción de viandas y hemos denunciado las tremendas complicaciones que tuvieron las familias de nuestros pibes y pibas para solicitar las becas de comedor de manera virtual.
Ahora, el gobierno de Cambiemos pretende hacer pasar el ajuste en los comedores con un supuesto “menú saludable”. Bajo el disfraz de “comida sana”, se reducen las harinas del menú… pero sin reemplazo por nutrientes y proteínas, y sin dar solución a los problemas viejos y generando problemas nuevos: eliminó los medallones de pasta con sabor pollo pero dejó los de sabor pescado, sacó el pan, pero no lo reemplazó y disminuyó las porciones de los platos y del postre, entre otras cosas. Las fotografías y los cientos de relatos de las y los docentes que circularon en las redes sociales terminan de dar cuenta de esta nueva realidad alimenticia que aqueja a las escuelas.
Chau comida
Según el Presupuesto de la Ciudad, para comedores escolares la relación entre presupuesto total y cantidad de raciones arrojaba que en 2017 el costo por ración era de $4.55. En tanto, para 2018 es de $5.20, es decir que creció apenas un %14.28. Ahora, si tenemos en cuenta la inflación que hubo y la que se calcula para este año, no es difícil entender que este nuevo anuncio en realidad implica un recorte presupuestario. El gobierno puede poner el nombre que quiera: “chau panera” o “escuela saludable”. Pero se trata de un verdadero ajuste y donde más duele.
Por último, no queremos dejar de señalar que el servicio de Comedores Escolares se encuentra tercerizado a concesionarios que hacen negocio con la comida de l@s chi@s. Además, las trabajadoras y trabajadores que trabajan en las escuelas se encuentran precarizados y con bajos salarios, a lo que hay que agregar que encima son insuficientes para la tarea.
Mientras Larreta y Acuña dicen que el problema es la obesidad infantil, las y los maestr@s decimos que el problema es el hambre y la miseria. La situación económica que se agrava día a día es la que lleva a que en las casas se cocine lo que hay, cuando hay, y no lo que se desea. Lxs maestrxs sabemos de la infinidad de chicos y chicas que hacen su comida principal, sino la única del día, en la escuela.
Desde Ademys, consideramos que el problema de la alimentación de niños y niñas no puede analizarse sin tener en cuenta la situación general de sus padres y madres trabajadoras que padecen el ajuste, los tarifazos, los despidos y la inflación que carcome día a día los bolsillos populares. Plantear que el problema se resuelve con una manzana es cínico de parte del gobierno que es quien aplica políticas de ajuste y literalmente “le saca la comida de la boca” a nuestros pibes y pibas.
Por todo esto exigimos:
Aumento del presupuesto para Comedores Escolares
Basta de tercerización a los concesionarios.
Cocinas en las escuelas con alimentos de calidad y suficientes para toda la población escolar; y la cantidad de trabajadores estables que hagan falta para la tarea.
Basta de restricciones en el acceso a viandas y becas de comedor.