Salario, impuesto a las ganancias, docentes sin cobrar, crisis edilicia, pérdida de horas, precarización laboral, ajustes y reformas antieducativas
Varios gremios están discutiendo sus respectivas paritarias. Los trabajadores aceiteros se encuentran en huelga general hace más de 20 días en reclamo de un salario mínimo igual al costo de la canasta familiar, que según la Universidad Nacional de Rosario es de $14.931; si bien lograron que las patronales ofrezcan un salario inicial cercano a lo reclamado ($14.300), el Ministerio de Trabajo se niega a homologarlo. Los bancarios están iniciando esta semana un nuevo paro de 48 horas. Los docentes bonaerenses también van al paro el 28 y 29 de mayo, junto con los estatales de ATE. Los universitarios siguen en plan de lucha por un aumento del 40%. Los Camioneros se encaminan a un paro para el jueves 4. Y decenas de conflictos en distintos gremios donde continúan los despidos y suspensiones.
El techo salarial del 27% impuesto por el gobierno nacional pone en riesgo incluso las paritarias que se cerraron hace meses por encima de ese porcentaje y responde claramente a las necesidades de los grandes empresarios.
En este contexto, se ha convocado para el 9 de junio una huelga nacional del Transporte, junto con las CGT de Moyano y Barrionuevo, y la CTA Micheli.
A pesar de sus alianzas explícitas con distintas variantes empresarias, las burocracias sindicales están signadas por una gran presión de las bases trabajadoras que pujan por romper los techos salariales del gobierno y terminar con la confiscación del salario que implica el impuesto a las “ganancias”. Sólo los gremios más oficialistas han cerrado las paritarias en torno del 27% -siguiendo la orden del Ministro de Economía, Axel Kicillof, y de Trabajo, Carlos Tomada-, y aun así se encuentran con grandes tensiones internas, especialmente en la UOM y Comercio.
Hay razones para una huelga general
Luego del paro nacional del 31 de marzo pasado, quedó planteada la necesidad de la continuidad y puesta en pie de un verdadero plan de lucha nacional por el salario, contra el impuesto a las “ganancias”, la precarización laboral, los despidos y suspensiones, y por el 82% móvil para los jubilados.
Las direcciones sindicales burocráticas oficialistas y “opositoras” priorizan sus acuerdos por arriba con los gobiernos y las patronales -sea con el “presidenciable” Scioli, o con la oposición patronal de los Macri o Massa- colocándose como garantes de una transición ordenada.
Tanto Scioli (o Randazzo) como Macri y Massa son los candidatos del ajuste y en nada expresan los intereses de los trabajadores; la burocracia sindical, por su parte, debate su “unificación” en una sola CGT para garantizar la regimentación del movimiento obrero para que pase el ajuste con “paz social”.
Desde Ademys, junto a otros sectores combativos y antiburocráticos del movimiento obrero, proponemos intervenir activamente en este proceso y movilizarnos para construir una alternativa independiente de los trabajadores, y que tenga un peso preponderante en la situación política abierta.
La paritaria docente, la peor de todas
La paritaria de los docentes porteños fue cerrada el 26 de febrero entre el Ministro de Educación PRO, Esteban Bullrich, y la dirección de varios sindicatos.
El acuerdo -que Ademys rechazó en la propia Mesa Salarial y públicamente- fue de un 8-9% de aumento en negro a partir del mes de marzo (respecto del mes anterior), y un 13% más a cobrar en septiembre con algunas cifras en negro. Es un “aumento” de 21-22% en dos cuotas que anualizado es de alrededor del 17% (sin contar el aumento del FONAINDO desde agosto, que será pagado con fondos de Nación).
Sin dudas, es la peor paritaria de los dos gobiernos del PRO, y la peor paritaria de 2015, en comparación con cualquier otro gremio.
A este «aumento» insuficiente hay que agregarle que se mantienen las diferenciaciones salariales a la baja con miles de docentes por debajo de la garantía mínima, la desvalorización de las horas cátedra, el achatamiento de la escala salarial y la falta de actualización de los cargos de ascenso.
Ademys reclama la urgente reapertura de la Mesa Salarial y de Condiciones Laborales y un aumento de emergencia que lleve el sueldo mínimo del cargo testigo a $9000 y sus equivalencias, y el blanqueo de las sumas en negro y fuera del básico.
Asimismo, reclamamos la conformación de una comisión que discuta la relación salarial entre los diferentes cargos para dar una solución de fondo a las enormes distorsiones e injusticias que generaron los últimos acuerdos salariales entre el macrismo y algunos sindicatos.
Una solución para los miles de docentes sin cobrar
En varias provincias hay miles de docentes sin cobrar. Provincia de Buenos Aires, Chubut, Santa Cruz, Córdoba, entre otras. El no pago en tiempo y forma es una expresión aguda del ajuste sobre los trabajadores y se extiende a nivel nacional (tampoco los planes y programas financiados por Nación son pagados en tiempo y forma).
El macrismo ha impuesto para todas las escuelas de la ciudad la informatización de los trámites administrativos (Expediente Electrónico) sobrecargando las tareas de Secretarios y directivos y muliplicando problemas administrativos. Escuelas sin escáneres, con computadoras obsoletas, sin acceso a internet o con el sistema colapsado. Esto ha generado que miles de docentes que tomaron cargos u horas desde febrero no hayan cobrado.
A esto se suman todos los problemas vinculados a las altas y bajas por incremento o disminución de horas por la implementación de la NES, los problemas en la implementación de la Ley de Profesor por Cargo, los recortes en los proyectos especiales de las escuelas a quienes se les niega el pago por las horas trabajadas.
Ademys reclama al Ministerio de Educación que cese con las maniobras de responsabilización a las propias escuelas por esta crisis, y que arbitre los medios para pagar todos los salarios adeudados en el mes de junio, y el pago en término por cada mes trabajado.
El “impuesto al salario” también afecta a los docentes
Alrededor del 20% de los docentes están afectados por el impuesto a las ganancias sobre los salarios.
El impuesto al salario se ha convertido en un “corralito” al sueldo mínimo: un docente que por la antigüedad o por la cantidad de horas/cargos que trabaje, supere el sueldo mínimo de dos jornadas simples o 40 horas cátedra, es alcanzado por Ganancias.
Las distorsiones que vienen generando los “parches” del gobierno nacional a la aplicación del Impuesto, genera que un docente que recién se inicia a trabajar con posterioridad a septiembre de 2013 queda afectado por el impuesto a las ganancias, aun con dos jornadas simples o 40 horas cátedra sin antigüedad.
Ademys planteó en su pliego de reivindicaciones presentado ante la Mesa Salarial en febrero la eliminación del impuesto a las ganancias sobre los salarios, y que transitoriamente el gobierno de la ciudad absorba el descuento por Ganancias a los docentes, tal como sucede con los trabajadores del Banco Ciudad.
A todo esto se suma la grave situación edilicia en decenas de escuelas de la ciudad; la pérdida de horas en las escuelas medias por la aplicación de la NES y la ley de profesor por cargo; las distintas formas de precarización laboral (horas a término, EDI, contratos, etc.); la inscripción online docente y la eliminación de las Juntas de Clasificación; el ajuste presupuestario que se expresa en la falta de mantenimiento en los edificios, la no construcción de escuelas, la falta de insumos y material didáctico, la comida de comedores y viandas de cada vez más baja calidad y cantidad, etc.
Desde Ademys impulsamos reuniones y asambleas en las escuelas para debatir esta situación, teniendo en cuenta que sólo con nuestra participación activa como trabajadores vamos a superar los límites que intentan imponernos de un lado y otro de la burocracia sindical, tanto oficialista (CGT Calo, CTA Yasky) como “opositora” (Moyano, Barrionuevo, CTA Micheli).
Ante el anuncio del Paro Nacional del 9/6, convocamos a Asamblea Abierta el lunes 1º a las 18hs., en la sede de nuestro sindicato, Solís 823 CABA