La persecución a Ademys y a los sindicatos que luchan no cesa
El gobierno de Rodríguez Larreta está persiguiendo y dificultando el camino de los sindicatos combativos, entre ellos el nuestro, a través de diferentes y violentas estrategias. Ademys hace tiempo viene denunciando esta creciente hostilidad hacia las expresiones críticas.
El gobierno está coartando nuestro derecho estatutario a las licencias por artículo 70 h. Desde el año pasado vienen poniéndole trabas a nuestro sindicato, denegando en forma administrativa este derecho. El artículo en cuestión es el que permite licenciar una parte de nuestra jornada laboral, manteniendo otra frente a grados y cursos. Es importante señalarlo: estas tareas sindicales, que afectan sólo una parte de nuestra labor diaria, son rentadas en un 100% por Ademys, con el aporte de las y los afiliadxs y sin costo alguno para el GCBA.
Es imprescindible dejar en claro cuál es nuestra concepción de las licencias gremiales. En Ademys sostenemos con fuerza un principio fundamental: ser militante sindical no puede ni debe implicar privilegios. La licencia implica una gran responsabilidad. En el mismo sentido afirmamos que un cargo sindical no debe diluir nuestra identidad y rol como trabajadorxs. Es por eso que lxs compañerxs del Consejo Directivo, incluido el Secretario General, que siguen trabajando en las aulas por lo menos un turno y algunxs tienen licenciado el otro cargo u horas cátedra para trabajar en Ademys. Porque es la vivencia cotidiana dentro de las escuelas la que nos permite una intervención sindical basada en las reales necesidades de la docencia y lxs estudiantes. Si hacemos uso de esta licencia sin goce de haberes es para llevar adelante las tareas gremiales en simultáneo al trabajo en las aulas: recorrer escuelas, acercar información, acompañar a compañeros y compañeras en sus reclamos, etc. Sin embargo, ahora se nos estaría negando esa posibilidad, presionando para que lxs pocxs compañerxs que tienen licencia vuelvan a sus cargos de base, dejándolos cesantes en caso contrario.
Recordamos que Ademys no cuenta con ninguna comisión de servicio ni reubicación (éstas son comisiones aprobadas y pagadas por el gobierno) y por este motivo toda la actividad gremial del sindicato se realiza sostenida únicamente con el aporte de lxs afiliadxs a través de algunxs compañerxs que hacen uso del 70h y el esfuerzo militante de muchxs activistas. El intento de reducir a Ademys por parte del gobierno representa un ataque a lxs docentes de la Ciudad y su derecho a sindicalizarse.
Pero esta no es la única manera en la que el gobierno presiona a Ademys. El Gobierno intentó desconocer a nuestrxs delegadxs en 2015. Lo hizo también aduciendo que no teníamos personería gremial. Desde Ademys iniciamos una campaña de denuncia y al mismo tiempo recurrimos a la justicia, que falló a nuestro favor y obligó al Ministerio de Trabajo a reconocer a nuestrxs delegados y delegadas.
Además, desde hace 3 años, se niega a Ademys la posibilidad de dar cursos: mientras el gobierno aprueba a los “sindicatos kiosco” cursos-basura arancelados (cursos pagos a empresas privadas donde lo único que hay que hacer para obtener el puntaje es abonar el mismo) a nuestro sindicato le rechazan sus propuestas de talleres, seminarios, entre otros; se le escamotea la información sobre las pautas formales para su presentación, y se le agregan infinidad de requisitos con un grado de rigurosidad cada vez mayor, sin permitir alcanzarlos.
Es evidente que el gobierno de Larreta ha decidido emprender una fuerte campaña antisindical, en sintonía con la política implementada a nivel nacional por el ministerio dirigido por Triaca. Estos avances contra Ademys se enmarcan en un ataque contra otros sindicatos que cuentan con inscripción gremial como AGTSYP, SIPREBA o CONAHDU. Esta avanzada tiene sus fundamentos en la idea de “sacar del juego” a los sindicatos independientes, democráticos y de lucha, que enfrentan claramente al gobierno y no aceptan prebendas a cambio de renunciar la defensa de lxs trabajadorxs. Es por eso que ahora más que nunca tenemos que organizarnos todxs lxs trabajadorxs para enfrentar este tipo de avances.
Llamamos a defender al sindicato que no condiciona su opinión o accionar para con ningún gobierno, que convoca a asambleas unificadas, abiertas para escuchar cada voz y organizar la lucha; que abre todas sus secretarías y comisiones para que cada trabajadorx de la educación se exprese y participe en su construcción; que organiza un fondo de huelga para que no nos dobleguen los descuentos; el sindicato cuya conducción sigue en las aulas y en las calles. Llamamos defender la libertad gremial y a detener el avance sobre nuestros derechos como trabajadorxs.