El Ministerio de Educación de CABA ha dictado una resolución (RC420200413212234) destinada “a conformar mesas de examen y/o instancias de evaluación de forma remota para dar cumplimiento a las instancias de evaluación previstas en la agenda educativa” en los establecimientos de nivel medio y terciario.
En numerosos comunicados e informes hemos descripto las dificultades que conlleva la educación en modo virtual. No obstante, lxs docentes estamos haciendo grandes esfuerzos para mantener contacto con nuestrxs estudiantes, saber cómo están e intentar darle algún tipo de continuidad al proceso de enseñanza-aprendizaje.
Pese a ello, hemos repetido una y otra vez que no solo la presencialidad es irreemplazable por todo lo que se pone en juego en el intercambio cara a cara, sino que además existe una enorme problemática, omitida por el gobierno, vinculada a la falta de recursos, espacios y condiciones mínimas en muchas familias para poder participar de las actividades pedagógicas en modo virtual.
Por eso, creemos que es impensable creer que podemos cumplir con algún tipo de cronograma de los que establece la agenda educativa en términos de calificación numérica o conceptual, cuando ni siquiera tenemos contacto con todxs lxs estudiantes.
Esta resolución, además, habilita a supervisiones o conducciones demasiado obedientes de la gestión, a profundizar la presión sobre lxs docentes. Se nos exige en distintas áreas de nivel medio que pongamos una nota numérica a los estudiantes cuando ni siquiera ha terminado el trimestre. Es decir, nos imponen tareas administrativas que sólo implican una formalidad, que no reflejan nada parecido a la realidad de cada estudiante.
Exigimos al gobierno que deje sin efecto el comunicado en cuestión y deje de enviar mensajes confusos y contradictorios. Rechazamos la evaluación virtual de contenidos: seguiremos con el acompañamiento que, a pesar de las muchas dificultades, estamos realizando todxs lxs docentes, dejando abierto el proceso sobre evaluación. No adherimos a la realización de una instancia de evaluación que apruebe o repruebe estudiantes, pues eso agrava la desigualdad existente y pondría más trabas al proceso de aprendizaje de nuestrxs alumnxs.
Seguiremos insistiendo con que ninguna plataforma que quiera vender el Ministerio puede reemplazar el vínculo que generamos con nuestrxs estudiantes estando en la escuela y que no podemos montar una farsa de evaluación cuando toda la normalidad de la vida escolar, de la vida de cada docente, de cada familia y de cada estudiante está totalmente trastocada.