El sueldo no alcanza, necesitamos la urgente reapertura de la mesa salarial
Durante el primer semestre de este año los y las docentes de la Ciudad hemos comprobado que el aumento salarial de principios de año está desvalorizado en relación al aumento de la inflación y del costo de vida.
Una serie de medidas que ha implementado el gobierno a nivel nacional dejan en evidencia a favor de quiénes juega, y que nuestro salario no alcanza. La quita de retenciones a la minería y el agro, la devaluación de la moneda en un 50%, el re-endeudamiento externo, entre otras medidas que beneficiaron al gran empresariado local y extranjero, son la contracara del aumento brutal en las tarifas de transporte, luz, gas, agua y nafta, de los más de 200.000 despidos y suspensiones, el aumento de la inflación, la pérdida de poder adquisitivo, y el preocupante aumento de la cantidad de pobres e indigentes en nuestro país. Según el gobierno, teníamos que aguantar estos golpes por los primeros meses, luego todo mejoraría para los trabajadores y las trabajadoras. El adelanto del aguinaldo a los docentes porteños como un paliativo para que aguantemos un poco más, da fe de ello.
Pero parece que el segundo semestre ya llegó, hace rato. El mismo gobierno reconoció lo evidente y afirmó que las mejoras no llegarán pronto. Lo vivimos en carne propia con los sueldos que no alcanzan para lo esencial, como por ejemplo, hacer frente a los aumentos de precios en alimentos, medicamentos, alquileres, transporte o servicios como gas, agua y luz. El panorama no es alentador para el conjunto de los trabajadores y las trabajadoras. Se estima que la inflación irá en aumento, llegando a cerca del 40% a fin de año. El salario de los y las docentes está estancado en un 25% que ya vimos que no nos alcanza, y su composición contiene otros problemas; la primera cuota fue en negro en su totalidad, se agudiza el achatamiento de la escala salarial, el no aumento a partir de la hora 40 o el tercer cargo, se incrementan los descuentos por el impuesto al salario (ganancias). Ese acuerdo totalmente desfavorable para el conjunto de la docencia fue avalado por todos los sindicatos de la Ciudad, excepto por Ademys, haciendo oídos sordos a una importante cantidad de docentes de las bases que no se contentaban con esas migajas. La docencia no puede vivir con salarios promedio que apenas superan $300 diarios. Los sindicatos que aceptaron el actual acuerdo, ya sea con su aval explícito o con su pasividad y silencio, le deben explicaciones a los trabajadores.
En septiembre cobraremos la segunda cuota del acuerdo, pero tampoco alcanzará a cubrir la inflación que, según el propio gobierno en sus mediciones oficiales, no será inferior al 35-40 % anual. Es por ello que debemos exigirle al gobierno macrista de Larreta y la ministra Acuña la reapertura de paritarias, retomando el pliego que como Ademys presentamos en la Mesa Salarial de febrero: salario igual a la canasta familiar, no menos de 40% de aumento para todas las escalas y categorías, todas las sumas en blanco, en una sola cuota, retroactivo a enero, y la indexación mensual para enfrentar la inflación. Así como también debemos dar la batalla contra el avasallamiento en general sobre la escuela púbica que expresa la gestión de la actual ministra Soledad Acuña, que no es más que una continuidad con las políticas educativas de Bullrich, expresados en el aumento de la injerencia de ONGs privadas en nuestras escuelas, el impacto regresivo en derechos laborales a partir de la implementación de la NES, el aumento de la precarización laboral, la eliminación de las elecciones de Juntas de Clasificación Docente, la creación de un instituto evaluador externo y disciplinador sobre la docencia, los problemas edilicios, la falta de vacantes y de EOE, entre otros. Una mención especial merece la persecución a los que luchan, que se da a nivel nacional, y que en CABA cobra relieve en el sumario a nuestros compañeros de Primera Infancia por reclamar lo que corresponde.
Los docentes reclaman unidad, pero para la lucha
La situación actual da cuenta de la necesidad de organización del conjunto de la docencia, desde las escuelas y las calles, en defensa de nuestros derechos como trabajadores y trabajadoras de la educación y frente a la vulneración de derechos de los niños, niñas y adolescentes. Desde Ademys hemos sido consecuentes: rechazamos y enfrentamos desde un primer momento el actual acuerdo, y para demostrarlo convocamos a movilizaciones y a paros, entre otras medidas de lucha. Entendemos que para lograr ponerle freno a las actuales medidas ajuste, es preciso una gran movilización y medidas de fuerza unitarias. Pero la unidad que necesitamos, es la unidad para la lucha, una unidad en defensa de la educación pública, por nuestro salario y condiciones de trabajo y no la unidad para conformarnos con migajas que ofrece el ministerio y que muchas entidades aceptan mansamente. Convocamos de manera pública al conjunto de la docencia y al conjunto de los sindicatos a discutir un paro para frenar el ajuste en curso. Organicemos en nuestras escuelas y distritos asambleas para construir un plan de lucha entre todos y todas, en defensa de la educación pública.
Urgente reapertura de la mesa salarial para discutir el reajuste del salario y Aumento salarial de Emergencia al 1 de Agosto.
Por un salario igual a la canasta familiar por un cargo.