El miércoles 14/09, el Ministerio de Educación convocó a los sindicatos docentes de la ciudad, junto a funcionarios de la Dirección de Estadísticas y Censos porteña. Los funcionarios informaron que el índice de precios al consumidor subió en lo que va de 2016 alrededor del 31%. Con esta información “técnica”, el Ministerio justifica por qué no habrá reapertura de la paritaria ni un aumento salarial de emergencia.
Es la aplicación de la “cláusula de monitoreo” que no implica la posibilidad real de reabrir la discusión salarial, sino que supone que el Ministerio puede convocar a reuniones técnicas para “monitorear” precios y salarios.
Ademys rechazó la paritaria 2016 por haber sido elaborada sobre la hipótesis del macrismo de una inflación anual del 25%; de hecho, el aumento real anualizado es de un promedio cercano a esa cifra. Una paritaria de ajuste que nos deja muy por debajo de la inflación, a lo que hay que agregar las múltiples distorsiones de la composición del salario docente: cifras en negro, achatamiento de la escala salarial por antigüedad y escalafón, topes en el pago de varios ítems, desvalorización de la hora cátedra, impuesto a las ganancias, etc.
También explicitamos nuestro rechazo a la implementación de la Jornada Extendida en las escuelas y al operativo de evaluación Aprender 2016 y planteamos la necesidad de debatirlo particularmente.
Los tarifazos que ya se aplicaron y los que se vienen, la inflación interanual que supera el 40%, la recesión que implica una reducción del consumo con centenares de miles de despidos y suspensiones y un ajuste general a las condiciones de vida de los trabajadores, ameritan la reapertura de las paritarias de todos los gremios, y del gremio docente en particular.
Proponemos al conjunto de la docencia y los sindicatos darle continuidad a los reclamos y desarrollar un plan de lucha que logre frenar el ajuste y los ataques a la escuela pública, y podamos avanzar en nuestras demandas.