Crónica del Encuentro en Ademys sobre Fluidez Lectora

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Crónica del Encuentro en Ademys sobre Fluidez Lectora

 

Desde finales de 2022, el Ministerio de Educación porteño trata de instalar el programa de “Fluidez y comprensión lectora” en las aulas de 3er grado. Este proyecto está inspirado en uno análogo del sistema educativo mendocino, que a su vez es tributario de posiciones neo-conductistas europeas y estadounidenses. El programa, cronómetro en mano, promueve una estandarización de la lectura (reducida a la oralización de textos inconexos entre sí, o carentes de sentido comunicativo o estético) y evalúa su velocidad y entonación: palabras por minuto, correcta o incorrecta entonación. Así, el paradigma de la lectura y la escritura que propone se ve limitado exclusivamente a decodificar y pronunciar. Esta reducción, que retrotrae la concepción de la lectura y la escritura a presupuestos superados hace décadas, está siendo ampliamente cuestionada por docentes, estudiantes y formadores en las escuelas y profesorados tanto por su contenido como por la recarga laboral que significa para la docencia y la violencia que se ejerce sobre las infancias mediante su aplicación.

Desde Ademys, hemos publicado nuestra posición al respecto luego de haber analizado los materiales que el gobierno elaboró y expresamos nuestro rechazo a este modelo, los paradigmas que sustentan su implementación (que chocan frontalmente con la mayoría de los documentos curriculares vigentes) como también el carácter autoritario que conlleva su imposición pretendidamente obligatoria, sin el menor debate ni participación de la docencia.

Por ello, el pasado 29 de abril, realizamos en Ademys un Encuentro de Reflexión y Discusión sobre el programa de Fluidez Lectora.

Desde la Secretaría Pedagógica promovimos este encuentro con el objetivo de intercambiar sobre el intento de aplicación de este programa y los fundamentos que lo sustentan, pero también sobre los objetivos políticos de fondo que hay detrás de estas políticas educativas.

Tomando como punto de partida las exposiciones de Marta Marucco, Graciela Simari, Hernán Boeykens y Gabriel Lubo, se desarrolló un debate muy interesante y enriquecedor, que contó con la participación de docentes de distintas escuelas y niveles. También contamos con la presencia Ana María Kaufman, reconocida investigadora en didáctica de la lectura y la escritura, que participó del debate con importantes aportes y valoró muy positivamente el espacio e intercambio.

Durante el encuentro analizamos diversas aristas del proyecto, cómo constituye una avanzada contra el enfoque constructivista, como punta de lanza para modificar la manera de entender la lectura y la escritura y las formas de enseñanza y aprendizaje; cómo se apunta también a una modificación del rol docente, promoviendo docentes acríticxs y despolitizadxs que seamos meros aplicadores, profundizándose la pérdida de autonomía intelectual de lxs docentes. Nos preguntamos en relación con este punto, cuáles son hoy los márgenes de decisión de los que participamos como docentes: en la producción de conocimiento y en la elaboración de la política educativa. Así, analizamos la situación de subordinación en la que siempre se intentó colocar a la docencia.

También reflexionamos sobre la falta de fundamentos y evidencias con las que se pretenden aplicar las neurociencias a la educación y la forma en que se desarrollan los intentos de patologización de los problemas de lectura y escritura, abstrayéndolos de las condiciones sociales de vida y estudio de les estudiantes. En este sentido, se destacó el carácter profundamente político de la educación, como una práctica social que está muy condicionada por elementos sociales. Sobre esto, se expuso el recorrido histórico desde el surgimiento de la educación institucionalizada y cómo a partir de la década de 1990 desde el poder se planteó la necesidad de terminar con uno de los bastiones de resistencia al desarrollo del capitalismo: la escuela, dado el peso ideológico que tiene y su potencialidad para abonar a la formación del pensamiento crítico. Con ese objetivo, los funcionarios políticos, empresas, fundaciones y “pseudo-especialistas” (“ignorantes ilustrados” en palabras de Marucco) promueven reformas que desconocen el saber-hacer de la docencia.

Reflexionamos también sobre los planteos de Piaget y problematizamos los usos que se han intentado hacer de la psicología genética como método de aprendizaje.

También se valoró la importancia de salir de la parcialidad de los diversos niveles educativos, para poder analizar cómo esta es una reforma y una perspectiva político ideológica que atraviesa todas las instancias del proceso educativo; y que el programa de FL es parte de una reforma que tiene el objetivo de “expropiar el sentido de la educación”. Sobre este punto, se remarcó que la educación no está por fuera de la sociedad y que en la actual crisis social y política que atravesamos, y cómo las propuestas de educar en “habilidades”, “capacidades” y “competencias”, como si pudieran existir sin contenido, constituyen un ariete por el cual se pretende hacer pasar las reformas. Así, se pusieron de relieve las situaciones de extrema vulnerabilidad social que no se pueden resolver desde la escuela (el 50% de pobreza, por ejemplo) y que explican buena parte de las dificultades que atravesamos en los procesos de enseñanza y aprendizaje.

Se destacó además la necesidad de pensar el sentido de la educación en un contexto en el que se menosprecia y subestima a la docencia, mientras las autoridades burocráticas buscan vaciar el sentido de nuestra tarea, disociando además la teoría y la práctica.

Retomando a Freire, se recuperó la necesidad de la escuela como espacio en donde aprender saberes críticos, donde comprender los fundamentos de la realidad y problemas que atravesamos y plantearnos entonces los medios y formas para terminar con la desigualdad y las injusticias.

Se planteó también la necesidad de poder reflexionar como docentes sobre nuestra propia práctica, superar la fragmentación y la alienación en la que estamos inmersxs y en la necesidad de fortalecer nuestra formación y posicionamientos político pedagógicos. Para ello, se enunció el conjunto de modificaciones que serían necesarias en relación con nuestra jornada laboral y condiciones de trabajo, pero se sostuvo que aún en las actuales condiciones, es necesario comenzar a impulsar dichas instancias.

Como Ademys, llamamos a la docencia a rechazar la aplicación de este programa y a convocar a familias para que puedan oponerse a este proceso que implica una exposición de lxs niñxs a una medición y cronometraje de sus cuerpos, lo que constituye un experimento ética y pedagógicamente cuestionable.

 

Finalmente acordamos también convocar a un nuevo Encuentro de intercambio y reflexión y en reunir y difundir las experiencias de aula que se están desarrollando de enseñanza de lectura y escritura. Invitamos a las escuelas a multiplicar estos espacios de encuentro y debate.

En breve convocaremos a una nueva reunión de la secretaría para poner en marcha estas tareas.

 

Secretaría de Asuntos Pedagógicos

Ademys