Dicen que “no hay peor amo que el que alguna vez fue esclavo” y parece ser una regla que se cumple, también en la docencia de CABA.
En medio de la pandemia lxs trabajadores de la educación más precarizados son expuestos a cumplir tareas que nada tienen que ver con funciones pedagógicas. Nos referimos particularmente a lxs trabajadores de JORNADA EXTENDIDA que se encuentran en una situación de absoluta precarización laboral y que, en medio de la pandemia, son “invitados” a cumplir funciones en los hoteles con repatriados (recibimiento, traslado, entrega de viandas y cumplimiento de largas jornadas incluso en horarios nocturnos, de 23 a 7 am).
Hace pocos días, el gobierno de Larreta impulsó a través de una carta firmada por Fabián Caponni (Director General de Educación de Gestión Estatal) y dirigida a supervisores/as, directores/as y a toda la docencia, la propuesta de sumar “voluntarios” docentes apelando a que una situación excepcional requiere «esfuerzos excepcionales».
Resulta llamativo que los primeros voluntarios surgen del programa de jornada extendida. Programa que dirigió el propio Caponni. Este programa, el caballito de batalla de la gestión de Acuña, no sólo paraleliza al sistema educativo formal, sino que representa el modelo de empleo que promueve el Ministerio de Educación: trabajadores contratadxs por fuera del Estatuto, muchxs sin título docente, sin ningún tipo de estabilidad laboral ni derechos, en una situación absolutamente precaria.
Nos consta que la propuesta no es tan “voluntaria” como la intentan hacer pasar y, muy por el contrario, se les hace saber que su salario y continuidad laboral están en riesgo si no adhieren a la propuesta. Una propuesta que, insistimos, no responde a ninguna exigencia pedagógica y utiliza a estos docentes y trabajadores de JE como mano de obra «barata» para asistir la emergencia sanitaria, con todo el riesgo que genera asistir a lxs repatriadxs en los hoteles donde se encuentran en cuarentena. Mientras tanto, el gobierno no asigna los recursos que debería.
Desde Ademys estamos de acuerdo en que se requiere un esfuerzo excepcional, pero sostenemos que lxs docentes ya lo venimos haciendo, cada día, trabajando/enseñando, con sueldos por debajo de la línea de pobreza, con un «acuerdo» salarial que otorgó apenas un 13% en sumas fijas, con pésimas condiciones laborales, con concursos atrasados o sin concursos. Lo hacemos trabajando mientras denunciamos las vergonzosas viandas, la comida de comedor que intoxica a lxs chicxs, la falta de elementos de higiene y personal auxiliar en las escuelas. La falta de repelentes y de alcohol en gel. Lo hacemos comprando materiales con plata de nuestro bolsillo y cada día llevando adelante nuestra tarea en las aulas con estudiantes que sufren la crisis económica en carne propia, con familias sin trabajo y familias que no llegan a fin de mes. Vaya si hacemos un esfuerzo cada día con extensas jornadas de trabajo.
Es el gobierno quien debe hacer el «esfuerzo extraordinario» y ya le dimos algunas ideas en las exigencias realizadas las últimas semanas: la entrega de bolsones de alimentos de calidad para evitar traslados innecesarios y mejorar la alimentación de quienes más lo necesitan, el reparto de elementos de higiene y cuadrillas de limpieza en las escuelas. El compromiso de cobro con lxs suplentes que tenían fecha de cese durante la cuarentena obligatoria. Además, señalamos que un “esfuerzo excepcional” sin ninguna medida de seguridad en las escuelas es una irresponsabilidad absoluta por parte del gobierno.
Nosotrxs seguiremos haciendo el esfuerzo de hacer seguimiento a distancia de nuestra labor pedagógica, acompañando el recorrido escolar sabiendo que ninguna computadora, ni celular reemplaza lo que sucede todos los días en las escuelas.
Exigimos que el gobierno haga el “esfuerzo” que le corresponde destinando todo el dinero que haga falta para enfrentar la emergencia sanitaria, para garantizar las mejores condiciones en las escuelas esperando el regreso de docentes y estudiantes cuando la difícil situación que atravesamos haya pasado.