Quizás haya pasado inadvertido para los porteños que el gobierno de la ciudad de Buenos Aires acaba de endeudarse en 150 millones de dólares, y que fue votado por el oficialismo y el Frente de Todos, sin información sobre el destino de dichas partidas.
Esto que ya resulta chocante, toda vez que faltan recursos en los hospitales, residentes, concurrentes y enfermeras están completamente precarizadas, resulta doblemente grave porque luego se conoció por boletín oficial del 3 de abril que se realizó la compra por contratación directa de “material antidisturbios” para la policía metropolitana. El monto de $ 52.765.291,90 fue incluso presentado en carácter de urgente. Con esa información ya sabemos a dónde fue a parar el endeudamiento que votaron todos.
Las canastas alimentarias son insuficientes por donde se lo vea. El gobierno ajusta con canastas que no equivalen al gasto por alumno y se queda -o habilita que se queden los concesionarios- con la diferencia de lo que estaría gastando en comedores en una instancia de normalidad. En paralelo al endeudamiento y el ajuste, muestra su carácter más brutal. Palos, represión, para cuando arrecie el hambre en las barriadas, en lugar de atender de forma urgente y de forma integral las necesidades de comedores y familias.
Sin barbijos
Pero la historia sigue.
Frente a la falta de recursos de prevención y la disposición de obligatoriedad de llevar barbijo para evitar el contagio, se conoció por denuncias periodísticas y hasta penales otra cuestión que de comprobarse sería también grave.
La compra con sobreprecios de barbijos de unas 15.000 unidades por 3.000 pesos cada una, cuando su valor en el mercado es de 725 pesos. Que equivale a 45 millones de pesos.
Otra vez contratación directa, a empresas con mínima trayectoria en recursos de salud, constituyendo un posible fraude.
Los trabajadores de los hospitales denuncian que no hay barbijos en los hospitales, la población debe improvisar paños de dudosa protección y el personal que incluso atiende en los comedores escolares no cuenta con la correcta protección recomendada por personal especializado.
Un gobierno que en medio de la pandemia no orienta los recursos para la población más necesitada, le quita la comida de las escuelas a los pibes y se arma para reprimir, no es un gobierno que “nos cuida”.
Reclamamos se investigue las denuncias, que se rindan cuentas y que se atienda a las demandas urgentes de alimentación y protección para las y los trabajadores y los niños.