Terminamos un nuevo año de lucha, de trinchera en cada escuela, en cada aula y por supuesto también en las calles. Con el cansancio a cuestas de lo que pareció un año interminable, con la bronca por los derechos arrebatados pero con la satisfacción de las victorias y de pertenecer a un gremio que no baja los brazos, que da pelea sin tregua ante cada ataque a sus condiciones de trabajo o a la educación pública.
Muchas veces no resulta sencillo, muchas veces creemos que ya está y sin embargo la docencia junta fuerzas donde parece que ya no hay, demuestra y se demuestra, que el camino es juntxs y luchando. Otras veces son otrxs trabajadres que nos dan ese empujón que falta, como cuando el Sutna le quebró el brazo a la patronal después de una durísima pelea contra multinacionales, gobierno y medios. O cuando médicxs residentes y concurrentes llenaron las calles con sus guardapolvos blancos, en asambleas y paros donde lograron arrancar el aumento salarial. O también, cuando nos íbamos enterando que la docencia luchaba en San Luis, Mendoza, San Juan, La Rioja, Santa Cruz, Neuquén, Santa Fé, desbordando e imponiendo paros nacionales a la burocracia sindical con asambleas masivas y sosteniendo planes de lucha con los reclamos que en todo el país son los mismos: salarios, condiciones laborales, infraestructura, reformas educativas.
Así fue que este año nuevamente en CABA dimos batalla contra cada ataque, reclamando por salario o rechazando la reforma del Estatuto; defendiendo la jornada laboral de lunes a viernes; denunciando el vaciamiento de nuestra obra social; reclamando concursos presenciales y transparentes y titularización para media, superior y toda la docencia precarizada. A pesar de un gobierno que nos intenta disciplinar y frenar nuestra lucha como con el juicio de desafuero iniciado contra Jorge Adaro, por defender a la docencia.
Y en esa pelea, que nos agota pero que nos llena de orgullo, fue que la ministra no pudo mostrar ni una foto de las capacitaciones los sábados ¡¡Un gran triunfo de la docencia!! ¿Acaso hubiéramos tenido actualizaciones salariales si no fuera por la lucha? Son insuficientes, claro, y con mucho por recuperar salarialmente, pero ningún patrón suelta ni un peso si no es por la presión de lxs trabajadores… fueron las asambleas, los paros, semaforazos, marchas como la de miles con lxs estudiantes secundarixs que tomaron sus escuelas… fuimos nosotrxs en cada escuela y en las calles quienes lo forzamos.
En todo este proceso que incluyó 11 asambleas, donde discutimos y decidimos cada uno de los 12 paros de Ademys, defendimos un método, que sostienen también otros sindicatos combativos, el de la asamblea y el mandato para decidir y luchar en unidad. Y sostenemos también la importancia de la independencia política de los gobiernos. Esto, nos parece fundamental, denunciar las responsabilidades del gobierno nacional de Alberto, Cristina y Massa y los gobernadores que se arrodillan ante el FMI mientras lxs laburantes no llegamos a fin de mes, crece nuestra pobreza y se profundiza el vaciamiento de la educación. Y sostenemos además la necesidad de coordinar con todxs lxs trabajadores que salen a luchar, en especial la docencia luchadora de todo el país. Con esas herramientas, le proponemos a la docencia salir a luchar.
Compañeras, compañeros, compañeres, descansemos ahora sin colgar nunca los guardapolvos y recarguemos fuerzas para en febrero volver con todo a discutir en las escuelas y hacer asambleas, para fortalecer nuestro sindicato con campañas de afiliación y elección de delegadxs en cada escuela, para construir un gran cuerpo de delegadas y delegados y poner en pie desde abajo un plan de lucha para pelear por nuestro salario, por la salud docente, contra las reformas anti educativas, por la defensa de los 29 profesorados junto a los estudiantes terciarios, por la titularización de media, superior y la docencia precarizada, por volver a tener concursos presenciales y transparentes y por el conjunto de los reclamos de la docencia. Por construcción de escuelas y vacantes para todos y todas y una alimentación de calidad para nuestros estudiantes.
Cerramos un año de luchas, lo hacemos además, con dos nuevos nietxs recuperadxs y la copa del mundo. El 2023 nos encontrará nuevamente en las calles luchando por las condiciones que nos merecemos como trabajadorxs y por la escuela pública.