En medio de la lucha por la conquista del derecho al aborto legal, seguro y gratuito, la cúpula de la CGT se ha expresado en contra de la práctica de interrupción voluntaria del embarazo a cargo de las obras sociales que ellos mismos manejan.
En el artículo 16 del proyecto de Ley que se debate actualmente en el Senado se explicita que la interrupción del embarazo deberá estar contemplada en el PMO (plan médico obligatorio) de las obras sociales. Dicha intervención que puede realizarse a través de diferentes métodos sencillos no representa un costo significativo, como sí lo hacen las derivaciones al sistema de salud de aquellas mujeres que deben recurrir a internaciones prolongadas a causa de un aborto clandestino mal hecho que puede llegar a poner en riesgo sus vidas.
Pero además de no importarle la vida de las mujeres o personas gestantes, la posición de la CGT defiende el aborto clandestino para que sigan lucrando con nuestros cuerpos, golpeando a las mujeres más pobres.
Desde Ademys, sindicato que ha participado activamente de la jornada histórica del 13J, rechazamos esta posición de la CGT, que lleva la voz de la Iglesia en esta demanda, y exigimos a todas las centrales sindicales que se pronuncien públicamente a favor de este derecho tan fundamental para las mujeres.
En ese sentido planteamos que para ser miles el 8A, cuando el proyecto se vote en el Senado. ¡Tenemos que preparar un gran paro activo para ganar!