Las universidades nacionales en todo el país están luchando desde hace semanas contra una propuesta de aumento salarial para sus docentes que es más que insuficiente. En la última oferta, el ministro de Educación Nacional, Esteban Bullrich, ofreció un 16% a cobrar en junio, un 5% en noviembre y un 11% en enero del 2017. Muy lejos del reclamo que la CONADU Histórica por un 45% para este año y que la paritaria sea hasta febrero. Pero además, los docentes luchan junto a los estudiantes y los sectores no docentes por un mayor presupuesto universitario que permita resolver los muchísimos problemas que tiene la educación universitaria por la histórica falta de financiamiento.
La lucha de los docentes universitarios marca el camino para toda la docencia y los trabajadores en general, poniendo un freno al ajuste con tarifazos, impuestazos, despidos, escalada inflacionaria, recortes presupuestarios y topes a las paritarias del gobierno de Macri y las provincias. Su triunfo nos permite posicionarnos en mejores condiciones para avanzar en los reclamos del conjunto de los sectores educativos: reapertura de paritarias, boleto educativo, presupuesto para infraestructura, construcción de escuelas, etc.
Este año, la paritaria docente nacional impuso un salario mínimo para el maestro de grado de $7.800 en febrero y $8.500 en julio. Muy lejos de un sueldo equivalente al costo de vida como lograron los aceiteros con un mínimo que supera los $20.500 para la categoría más baja.
Esto expresa, más que una “recomposición salarial”, que la dirección de las centrales sindicales (CTERA, en primer lugar) están dispuestas a que el salario, los trabajadores y la educación pública sean la variable de ajuste en el marco de la crisis, y que están dispuestas a colaborar con la gobernabilidad del macrismo.
Al menos una decena de provincias iniciaron el ciclo lectivo con conflictos. Los docentes de Santa Cruz, Tierra del Fuego, Santiago del Estero, Mendoza, entre otras, vienen protagonizando enormes luchas en las que han tenido que enfrentar la judicialización de la protesta e incluso la represión directa con heridos y detenciones de los gobiernos del PRO, del FpV y otros signos políticos, “unidos” contra la docencia.
En aquellas provincias en donde la dirección de los sindicatos mayoritarios han logrado cerrar un acuerdo con los gobiernos (como en Ciudad y provincia de Buenos Aires, con la UTE y SUTEBA), éstos fueron rechazados por los docentes. Por eso el 4 de abril los trabajadores de la educación del país paramos masivamente y nos movilizamos por justicia para Carlos Fuentealba y por todos los reclamos pendientes, lo que significó un golpe al gobierno macrista. La contundencia de la medida puso de relieve la necesidad de un plan de lucha nacional que permita lograr el triunfo del conjunto de las luchas docentes en el país.
Por su parte, los trabajadores estatales vienen enfrentando los despidos y la creciente precarización laboral, que son la más cruda expresión del ajuste.
En este marco, desde la CONADU Histórica se impulsa esta convocatoria a una marcha con participación de todos los sectores educativos para dar un pronunciamiento unitario contra el ajuste y en defensa de las universidades y la educación pública.
Llamamos a toda la docencia a movilizarnos este jueves 12, en apoyo a los docentes universitarios, como parte de las luchas docentes de todo el país y por la reapertura de las paritarias en la Ciudad de Buenos Aires, a nivel nacional y en cada una de las provincias.
– En apoyo a los docentes universitarios
– Por un plan de lucha nacional que permita el triunfo de las luchas docentes de todo el país
– Por la reapertura de las paritarias en la Ciudad de Buenos Aires, a nivel nacional y en cada una de las provincias
– Por el boleto educativo
– Por un plan de lucha para enfrentar el ajuste y los despidos
Ademys
9/5/16