La Ministra Acuña presentó el presupuesto de Educación en la Legislatura.
El viernes pasado, la ministra de educación, Soledad Acuña, hizo la presentación del peor presupuesto para Educación en la historia de la CABA. Mientras fuera de la Legislatura vallada se realizaban clases públicas y se congregaban familias contra el cierre del lactario del Ramos Mejía y por vacantes para todxs los chicxs, el Cesge, docentes y estudiantes contra la Unicaba y sindicatos docentes, dentro del recinto algunos pocos – los que pudieron entrar en un recinto que reservó lugares para empleados y funcionarios intentando silenciar las voces discordantes- escuchaban a la ministra explicar un presupuesto para un sistema educativo que sólo existe en la fantasía de Cambiemos.
Según la ministra todas las partidas para educación aumentan. Puede decir esto sólo porque la cantidad de pesos con respecto al año anterior aumenta. Es decir que aumenta nominalmente aunque su valor es menor producto de la inflación y la devaluación (argumento que ni si quiera es cierto ya que la Escuela de maestros recibirá menos plata aún en valores nominales) Lo que no quiere decir y no puede explicar Acuña es porqué aumenta menos que la inflación y por qué el presupuesto de Educación representa el menor porcentaje de la historia con respecto al total del presupuesto con un nuevo récord a la baja que lo ubica en el 17,31%.
Tampoco quiso ni pudo explicar las contundentes argumentaciones que señalaron cómo se reducen la partidas para infraestructura, mantenimiento de las escuelas, comedores escolares, partidas a cooperadoras y capacitación docente.
Una vez más hicieron oídos sordos a la necesidad de que se construyan escuelas y jardines que permitan garantizar las vacantes en las escuelas públicas para todxs los niñxs y niñas desde los 45 días en adelante, tal como indica la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires. Todo esto mientras proponen enviar casi 9 mil millones de pesos a la educación privada ($ 8.943.391.367)
Acuña fue duramente interpelada por varios Legisladores que dejaron al descubierto la fragilidad de la defensa del presupuesto por parte de la ministra. A tal punto se hace evidente la intencional falta de conexión con la realidad de la presentación de hoy, que la ministra ni siquiera mencionó la palabra UNICABA durante toda su alocución. Este último tema puso particularmente nerviosa a la ministra que se retiró del recinto ante los señalamientos sobre la creación de la universidad docente. Reafirmando la falta de respuesta y de argumentos por parte del gobierno en la defensa de un presupuesto de ajuste.