Durante las próximas semanas personas contratadas por el Ministerio de Educación de la Ciudad concurrirán a todas las escuelas a tomarles una evaluación a los chicos de séptimo grado.
Desde Ademys rechazamos este tipo de evaluaciones porque:
– Estos operativos implican al Ministerio una enorme inversión de dinero en la elaboración de las pruebas, contratación de quienes las toman y corrigen, que podrían ser usados para construir nuevas escuelas, resolver problemas de infraestructura, aumentar el sueldo docente, invertir en materiales y capacitaciones, etcétera.
– Son evaluaciones estandarizadas que no tienen en cuenta las particularidades de cada alumno, de cada grupo y de cada escuela. En este sentido, van en contra del enfoque del Diseño Curricular que permite que cada maestro haga un recorte particular de contenidos y evalúe a sus alumnos con muchas más herramientas que una evaluación escrita.
– La evaluación es anónima para los alumnos pero no para las instituciones. Hace unos años el Ministro de Educación ha dicho que se podría premiar con incentivos a las escuelas que obtengan mejores resultados. Consideramos que los premios y castigos no deben ser el motor que guíe el aprendizaje. De hecho, en EEUU – donde desde hace años se realiza este tipo de evaluaciones y se arman rankings según los resultados obtenidos- se ha declarado que las mismas empeoran la enseñanza y el aprendizaje porque los maestros enseñan para aprobar estas evaluaciones y no para que los alumnos construyan verdaderos aprendizajes.
Por todos estos motivos desde Ademys rechazamos las evaluaciones y proponemos conversar en cada escuela con las familias para que no autoricen a que sus hijos participen de las mismas.
Para descargar una sugerencia modelo de carta a las familias y no autorización estudiantes ingresar aquí: