Al igual que ocurre a nivel nacional, la educación pública sufrirá un drástico recorte, si se aprueba el Presupuesto 2019, que sería el más bajo de la historia. Cuando las escuelas se encuentran poniéndole el cuerpo al hambre y la vulnerabilidad de las y los pibes, el presupuesto se reduce.
El porcentaje del presupuesto de 2006 destinado a educación pública era mayor al 26% del total. El año que viene será de poco más de un 17%. Queda más que claro de esta forma, que para el gobierno de Cambiemos la educación resulta un gasto que hay que recortar, y no un derecho.
Porque hay que recortar, es que se va a crear la para cerrar de a poco los profesorados, acortar carreras y fusionar cursos.
Porque hay que recortar, se piensa una Secundaria del Futuro con un quinto año afuera de la escuela, con los pibes haciendo pasantías y facilitadores en vez de profesores.
Porque hay que recortar, hacen oídos sordos a la necesidad de que se construyan escuelas y jardines, pero proponen cerrar de a poco los lactarios como el del Hospital Ramos Mejía para garantizar algunos de las miles de salas de 3 años que prometieron en campaña.
Porque hay que recortar, hay auditorías de comedor para reducir raciones de comida, ya que se eliminarían 5.330.239 raciones, ajustando en un 10 % real el monto para los comedores.
Porque hay que recortar, van a reducir en casi el 20 % el presupuesto de mantenimiento de las escuelas.
Porque hay que recortar, reducen en un 5 %, en términos reales, al presupuesto de infraestructura.
Porque hay que recortar, proponen reducir las becas para estudiantes en un 13,58 %.
Porque hay que recortar, mientras hablan de la importancia de la capacitación docente, reducen el presupuesto para Escuela de Maestros casi a la mitad en términos reales, pasando de 216 millones de pesos a 154 millones.
Porque hay que recortar, el presupuesto para cooperadoras se reduce un 11 % para el año que viene. En 10 años, este ítem pasó de ser del 0,52 % del presupuesto para educación al 0,23%.
Porque hay que recortar, es de esperar que nuevamente la propuesta salarial esté por detrás de la inflación, calculada por el Gobierno en un 35%. Recordemos que para este año, proyectaban un 15% de inflación y con ese aumento cerraron la paritaria por decreto. Hoy ya está llegando a un 40% y nuestro salario apenas fue recompuesto en un 30%.
Pero no todo baja…
Está claro que hay un ítem que no para de crecer. Es el destinado a la educación privada. Las partidas destinadas a subsidiar la educación privada llegarán, de aprobarse el presupuesto, a los casi 9 mil millones de pesos ($ 8.943.391.367). Cabe destacar que en el 2008, el presupuesto de las privadas equivalía a 33 presupuestos de cooperadora. El de 2019, equivale a 69 presupuestos.
Otro ítem que crece es el de las evaluaciones externas, en casi el 7 % en términos reales. Sí, aunque no han dado ninguna muestra de mejorar la educación, este es un ítem que sigue creciendo.
Ni a vivienda, ni a salud. La plata es para ajuste y represión
El porcentaje destinado a los pagos de deuda pública es el único que ha crecido año a año: pasó de 1,9 % en 2007 a 8,1 % para el 2019. Pero como este ajuste no pasa sin represión, el presupuesto contempla 1.463 millones de pesos para construcción de nuevas comisarías. Un 24 % más que lo que destinan a construir escuelas. Otro dato a tener en cuenta es que en el año 2005, por cada peso que se invertía en educación, la Ciudad destinaba 5 centavos a seguridad. Hoy, se destina 84 centavos a la policía por cada peso que destina a la educación.
Es por eso que nos toca nuevamente a los docentes salir a pelear por mayor presupuesto para educación pública, porque queremos un presupuesto con el que se construyan escuelas, con el que no se nos caigan los techos, con el que cobremos sueldos justos, con el que los pibes tengan comida, con el que no se desguace la formación docente ni la capacitación. Un presupuesto para que la escuela pública pueda tener las condiciones que docentes, alumnos y familias nos merecemos.