Nuevamente se ha presentado un proyecto de reforma de movilidad jubilatoria que de aprobarse constituirá un robo a las y los jubilados.
En medio de la negociación de la deuda externa, las exigencias del FMI son incompatibles con los derechos de los y las trabajadores. Pasan los gobiernos y nuevamente se ataca la movilidad. Este mecanismo de actualización de los haberes impacta en una gran masa de jubiladxs que cobran la mínima. Mientras la inflación sigue en aumento y la canasta básica de jubilados ronda los $50 mil, el gobierno anuncia un 5% con lo cual la jubilación mínima bruta pasará de $ 18.129 a $ 19.035 mensuales.
Además, los regímenes especiales, como el que abarca a la docencia de Ciudad de Buenos Aires, siguen en “estudio” y en la mira del gobierno para adaptarla a la baja. Sigue en los planes atacar también la jubilación docente cuando aportamos un porcentaje mayor durante toda nuestra vida como trabajadores activos.
Recordemos que en el mes de marzo hubo un intento por parte del gobierno de avanzar sobre las jubilaciones docentes. Allí, tanto lxs docentes universitarios como desde Ademys advertimos un intento de modificar la movilidad y, luego de estos reclamos quedamos expresamente afuera de esa modificación regresiva.
Mientras aún sigue el debate la modificación de la fórmula jubilatoria, y en pleno proceso de cambios, la cuestión de fondo es que se ha dejado de lado para el cálculo la inflación consolidando un nuevo ajuste a lxs jubiladxs. Otro tema de debate es cada cuántos meses será dicho ajuste.
Los distintos gobiernos intentan «adaptar» las fórmulas de movilidad jubilatoria siempre en perjuicio de los jubilados. Lo hizo Macri con la reforma que enfrentamos en las jornadas del 14 y 18 de diciembre del año 2017 y lo hace ahora el gobierno nacional. Con los decretos de Fernández de este año, las jubilaciones se ajustaron entre el 35,4% la mínima y el 24,5% los que cobran por arriba de la mínima. Al 19,5% perdido durante la era Macri, se sumará al cabo de este año una nueva pérdida.
En cuanto al 2021, el propio Banco Central estima una inflación del 51%, mientras que las pautas de inflación prevista en los presupuestos rondan el 29% . Esta incongruencia hace evidente un nuevo ajuste a lxs trabajadores por lo tanto, si el gobierno avanza en su intención de atar las jubilaciones al salario de los activos, asegura también, un mayor ajuste para las y los jubilados.
Es claro que cualquier reforma prevista debería tener en cuenta que la movilidad automática se actualice al menos de forma trimestral calculada por el mejor índice que surja de las variaciones de precios o de salarios, en el camino a la recomposición de las jubilaciones llevando a la mínima a $49.614 que es el valor de la canasta básica, junto con la recuperación del 82% móvil y la restitución de los aportes patronales.
Desde Ademys venimos participando de las acciones, aún en plena pandemia, en defensa de todas y todos lxs jubiladxs y alertando a todas las jubiladas y jubilados docentes sobre las implicancias de esta nueva modificación. Llamamos a redoblar las movilizaciones y rechazar este nuevo robo a las y los jubilados en las calles cuando se trate en el Congreso Nacional, junto al Plenario del Sindicalismo Combativo.