Desde Ademys repudiamos el desalojo realizado en el día de ayer, en el asentamiento Papa Francisco del Barrio Villa Lugano, por efectivos de la Gendarmería y de las policías Metropolitana y Federal.
Tras una orden de desalojo dictada por la jueza Gabriela López Iñïguez, el barrio amaneció militarizado con un fuerte operativo de las fuerzas represivas, con grúas y camiones para llevarse las pertenencias de los habitantes del asentamiento y derrumbar sus precarias viviendas.
Nos hicimos presente en el barrio donde los propios vecinos y habitantes denuncian que la Policía, junto a Gendarmería, hicieron del lugar una zona liberada en connivencia con los narcotraficantes, y utilizaron el asesinato de la joven estudiante Melina López para estigmatizar a los habitantes del predio y luego usarlo como excusa para el desalojo. Mientras en nuestras escuelas vivimos día a día las consecuencias de los casos de gatillo fácil en los barrios, el Secretario de Seguridad lanza por los medios una campaña xenófoba hacia las familias de estos barrios justificando su militarización.
Son cientos de miles las familias que viven en las peores condiciones y cada toma de tierras es una clara expresión de este problema. Los Gobiernos nacional y porteño son los responsables de la falta de vivienda en la Ciudad de Buenos Aires ya que no han puesto un solo peso de los millones a los que se habían comprometido en 2010, luego de la toma del Parque Indoamericano.
Como docentes no podemos más que repudiar este violento desalojo donde viven muchas de las familias de nuestros alumnos/as que concurren a las escuelas de la zona sur de la Capital y exigimos la inmediata libertad de los detenidos.
Así como exigimos la creación de las más de 25 escuelas que faltan para los/as niños/as de Zona Sur, exigimos también un plan de viviendas para todos los que la necesiten.