Los docentes estamos protagonizando uno de los conflictos educativos más importantes de los últimos 30 años. Realizamos once paros, hicimos junto a las asambleas de distrito innumerables movilizaciones, volanteadas, bocinazos, murales, festivales en las plazas y clases públicas. Realizamos dos marchas de antorchas e incluso un festival con acampe frente al Ministerio de Educación de la Ciudad. En ese marco también participamos de la Marcha Federal Docente, la más grande de los últimos treinta años.
Hemos avanzado muchísimo en organización: se han puesto en pie asambleas autoconvocadas de docentes en casi todos los distritos de la ciudad y las asambleas abiertas convocadas por Ademys para decidir las medidas a tomar en el plan de lucha han aglutinado a una enorme cantidad de docentes.
Sin embargo, el gobierno convocó a dos reuniones paritarias con ofertas irrisorias y la última convocatoria va a cumplir 100 días. A esto hay que agregar que la paritaria nacional no se concretó y que encima nos llegaron los descuentos por los días de paro. El aumento que nos dieron por decreto no llega ni por asomo a paliar inflación creciente y acumulada.
Obviamente, los docentes hemos acusado del golpe de ser el gremio elegido por el gobierno para demostrar cuál iba a ser su política salarial de este año. Pero hemos demostrado la enorme fuerza y capacidad de movilización que tenemos y que la sociedad no va a quedarse aplaudiendo el vaciamiento de la educación pública. Hemos recibido su apoyo en la innumerable cantidad de actividades que realizamos. Al mismo tiempo el gobierno fracasó en sus intentos por desprestigiar a la docencia y han sido los principales funcionarios PRO los que han perdido popularidad durante el conflicto.
Desde Ademys hemos hecho pública nuestra posición acerca de la necesidad de la unidad de la docencia de Caba para enfrentar el techo salarial y contra las políticas que buscan precarizar las condiciones laborales y avanzar con la privatización del sistema educativo.
Lo hemos hecho desde principios de febrero con una carta abierta a la docencia y a los sindicatos donde planteábamos la necesidad de una Asamblea unificada de toda la Ciudad para preparar un plan de lucha para ganar, lo hemos hecho en las calles, en cada movilización y en las asambleas.
Debemos decir que las principales conducciones sindicales de Caba no tomaron esta propuesta y tampoco han llamado, en medio del conflicto más importante de los últimos años, a sus propias instancias de deliberación. Tampoco han difundido e impulsado el plan de lucha en Caba, tarea que fue asumida por Ademys, la Asamblea unificada y los docentes de manera individual.
Promediando junio en la provincia de Buenos Aires el gobierno se vio obligado a convocar a una nueva paritaria y ante el fracaso de la misma por la oferta insuficiente los docentes han retomado el paro como medida de fuerza.
Desde Ademys creemos que es necesario discutir en las escuelas cómo reanudar la lucha por un salario digno en la Ciudad, por la devolución de los días de paro descontados y en contra de las políticas de ajuste que vienen a vaciar la educación pública como el Plan Maestro. En ese sentido queremos invitar a toda la docencia afiliada a cualquier sindicato o no afiliada participar de la asamblea abierta que se va a realizar el jueves 22 de junio en la escuela de la calle Castro 954, a discutir cómo seguir.
La pelea es grande ¡Pero hay fuerza de sobra para llevarla adelante!