Estamos en un momento decisivo. Este año miles de docentes hemos decidido decirle BASTA a las tomadas de pelo y al ajuste de Macri, Larreta y Vidal contra la Educación Pública. Comenzamos en febrero, en todas las sedes de las capacitaciones, haciendo enormes asambleas. Maestros y maestras coincidimos en la necesidad de salir a luchar. Discutimos mucho, pensamos propuestas y las llevamos a la multitudinaria asamblea unificada convocada por Ademys, donde más de 700 docentes votamos el inicio de un plan de lucha.
Comenzamos con un histórico paro de 72 horas que incluyó la más grande movilización de los últimos 25 años en la que confluimos con otras jurisdicciones. Decenas de miles de docentes llenamos las calles reclamando un sueldo digno que permita hacer frente a una devaluación que viene carcomiendo nuestros salarios y que amenaza con seguir haciéndolo. Reclamamos también en la marcha unificada junto a las dos CTA y la CGT, donde junto a miles de trabajadores exigimos la concreción del postergado paro nacional a las conducciones. Conducciones que demostraron, una vez más, que están más cerca del gobierno que de las bases y no pusieron fecha a la medida de fuerza. Pero la situación no es la misma que la de un año atrás. Los y las trabajadorxs estamos empezando a hacernos oír y no nos van a callar con discursos mentirosos. Por eso el triunvirato tuvo que huir del palco.
Seguimos en la marcha en el día del paro nacional de mujeres donde una vez más volvimos a colmar las calles y exigir “ni una menos”. En asambleas en las escuelas, decidimos cómo continuar nuestro plan de lucha. Llevamos mandatos a una nueva asamblea, que se realizó al calor de la última mesa salarial, donde la oferta volvió a ser las misma que la de principio de año: 18%, una burla (con algunas cifras en negro que representan un 1,75% ) . Así fue que decidimos continuar con paro de 48 horas esta semana y también la que viene. Llenamos de contenido los días de paro con actividades organizadas por las asambleas de distrito, que una vez más se extienden por toda la ciudad para dialogar con la comunidad, para hacerla parte de este conflicto de la que es parte. Y la comunidad responde, acompaña mucho más que otras veces. Porque a la sociedad ya no le alcanza con promesas y globos amarillos. Porque a la población, toda, le están afectando los tarifazos, los despidos y la inflación.
Se puede ganar
Muchos compañeros nos preguntan si van a venir los descuentos y dudan si parar o no. Si logramos darle continuidad al plan de lucha con paros y movilizaciones multitudinarios, si seguimos decidiendo las acciones desde abajo, si logramos que la comunidad se siga sumando a nuestros reclamos, estamos en condiciones por primera vez en muchos años de doblegar al gobierno y obligarlo a que se siente nuevamente a abrir una paritaria que dio como cerrada. Y si logramos hacer eso, el primer punto de nuestras reivindicaciones va a ser, además que se discuta el salario, que no se descuenten los días de paro. A su vez, y ante un gibierno que apuesta al desgaste, desde Ademys estamos impulsando un fondo de huelga a través de la venta de pines, colectas y venta de bonos. Algunas escuelas y distrito también están organizando sus propios fondos de huelga para fortalecer la lucha. Es el momento. No estamos solos y el gobierno ya ha tenido que retroceder en algunas decisiones. Si ganamos ahora, vamos a estar en muchas mejores condiciones para pelear por todas nuestras demás reivindicaciones: por la construcción de escuelas, por vacantes para todos los niños de la ciudad y un larguísimo etcétera.
¡No a los descuentos por luchar!
40% de aumento para toda la escala, en una cuota y sin cifras en negro.
Asamblea unificada de todos los docentes de la Ciudad para decidir la continuidad del plan de lucha.
¡Ningún aumento se acepta hasta que lo decidan los docentes!
¡Con la lucha se le puede torcer el brazo al Gobierno!
Después del acto en la ex Jefatura, marchamos al Ministerio de Educación y realizamos la Asamblea.