El descuento del Impuesto a las Ganancias efectuado en el mes de agosto a diez mil nuevos jubilados, entre ellos muchos docentes, pone de manifiesto por dónde pasan las políticas de ajuste del gobierno. Esos descuentos (que alcanzaron el 35% del haber y que, junto con el de la obra social hizo que muchos compañeros vieran reducidos sus ingresos a casi a la mitad) se hicieron siguiendo lo normado por la Resolución 3770/15 de la AFIP. La misma tomó como fecha tope para las deducciones a los que percibieran más de $ 15.000 a enero de 2015. Como está vigente la Resolución 3525/13, que dispone que no serán pasibles de retención los haberes que no superen $15.000 mensuales entre enero y agosto de 2013, se produjo una contradicción que debe ser resuelta a favor del agente. Gracias a que tomó estado público ANSES dio marcha atrás con esa medida y según informaron, a partir del lunes 7 depositaron en las cuentas bancarias los montos correspondientes a los descuentos de los meses de agosto (ya se hizo efectivo) y septiembre (que todavía no se cobró). A partir de ahora no pagarán ganancias los que perciban hasta $15.000 mensuales a la fecha de alta (en ANSES).
¿Fue un error de interpretación? ¿Ningún funcionario advirtió que las Resoluciones se contraponían? Creemos que no fue así y que si nadie se daba cuenta pasaba, caja es caja y la de ANSES es un botín apetecible.
Mientras tanto: ¿quién resarce a los compañeros del mal rato que pasaron al no saber por cuántos meses cobrarían casi la mitad de un haber que está un poco por encima de la canasta básica?, ¿y la humillación de los que tuvieron que salir a pedir prestado para cubrir los gastos? Esto nos deja una enseñanza: necesitamos estar organizados y alertas para defender nuestros derechos y no vivir en la incertidumbre.
Comisión de Jubilados – Ademys