Estamos lejos y su cultura es diferente a la nuestra. Por eso pareciera que las bombas del imperialismo y el martirio de la dictadura de Kadafi no nos involucraran, más que con algún comentario de condena, al mirar las muertes por la TV.
Sin embargo, lucha del pueblo libio nos convoca a la solidaridad activa. No sólo porque la tecnología acorta las distancias del conocimiento y por tanto ayuda a la comprensión más que en otros tiempos. No solo porque la memoria nos une: nosotros también sufrimos el atropello del imperialismo inglés cuando bombardeó a nuestros jóvenes en el Belgrano de Malvinas, o porque también tuvimos una dictadura sangrienta que asesinó a una generación de jóvenes.
Nos involucra porque nuestro país forma parte del sistema mundial de estados, integrando las Naciones Unidas, donde su Consejo de Seguridad convocó a la OTAN para que interviniera. Porque el gobierno de nuestro país no ha condenado el bombardeo del imperialismo y tampoco a la dictadura sangrienta de Kadafi que usa el terror del estado para liquidar el reclamo del pueblo libio para que se vaya.
Nos involucra en fin, porque somos parte de los pueblos del mundo y educar a nuestros alumnos en la solidaridad con los que luchan contra los gobiernos y estados hambrientos de codicia y de opulencia, es parte de nuestra tarea.
Abramos el debate en cada escuela. Podemos hacer lectura crítica de los medios de prensa donde la información está pero hay que desentrañarla. Por ejemplo, que la intervención de la OTAN no se hace para aliviar el dolor del pueblo libio, sino para recuperar los enclaves petrolíferos de la zona de Benghazi. Desentrañar como esos mismos gobiernos europeos no condenan la intervención militar de Arabia Saudita para sostener al gobierno de Barheim contra su pueblo en rebeldía. Develar las notas que dan cuenta de que Kadafi no ha sido enemigo de ellos sino que ha venido entregando el petróleo a las multinacionales y depositado miles de millones de dólares en sus bancos como fortuna personal, en lugar de volcarlo a la mejora de la vida del pueblo. Mostrar como el pueblo árabe, sin distinción de las fronteras que dejó el pos colonialismo europeo, se ha rebelado contra los gobiernos de la zona. Indagar sus formas de organización y similitudes con las luchas de nuestros propios pueblos de América Latina.
Y también estamos convocados a expresarnos en las calles, movilizándonos para exigir el cese del ataque imperialista y el rechazo a la intervención imperialista, el respeto a la autodeterminación del pueblo libio para que desde su decisión autónoma derrote al Dictador Kadafi para llevar adelante un proceso de democratización de su sociedad. Se trata en fin, de estar junto al pueblo libio
CONSEJO DIRECTIVO DE ADEMYS
Bs As,abril de 2011