El Ministerio de Educación a cargo de Soledad Acuña ha dispuesto a la vuelta a la presencialidad de la totalidad de los cursos, grados y secciones en los niveles Secundario, Primario e Inicial.
Haciendo gala de la habitual informalidad, desprolijidad y falta de planificación, Soledad Acuña publicó durante el receso un simpático videíto en su cuenta de Tik Tok, anunciándole a les estudiantes que vuelven todes a la presencialidad total. Así, sin más precisiones.
La liviandad de la Ministra al hacer sus pomposos y modernos anuncios es una mezcla de cinismo y desconocimiento total de lo que familias, alumnes y docentes atravesamos durante un año y medio. Lapso en el que además, producto de que no entregaron dispositivos y conectividad gratuita para todes ni hicieron un seguimiento real de las situaciones y necesidades, muches estudiantes llegaron a perder el vínculo con sus docentes y sus compañeres. A esto se suma la total disparidad en cuanto a cómo han transitado los procesos de aprendizaje cada une de les alumnes.
La vuelta nos encontrará con una grupalidad deshecha que habrá que reconstruir, con una total discontinuidad en cuanto a los aprendizajes, con una total desigualdad en cuanto al acceso a la educación durante lo que fue el aislamiento por la pandemia. Y será llevada a cabo sin consulta alguna a la docencia sobre cómo abordar estas problemáticas que venimos denunciando.
Recordemos que hubo pibes que no tuvieron contacto alguno con la escuela durante el 2020, que retomaron un mínimo contacto dentro de la presencialidad que hubo en el 2021, y que lo volverán a retomar a la fuerza con esta nueva presencialidad. Muches de elles adeudan todos los contenidos del año pasado y, de golpe, se encontrarán con los de este año.
Esta “vuelta como sea” se hace sin consulta a las escuelas, sin la posibilidad de debatir entre les docentes una escuela totalmente nueva, que es necesario pensar. Es que lo que apremia al Gobierno de la Ciudad no es la calidad educativa, no es reconstruir los vínculos y mucho menos la salud física y mental de les estudiantes y las familias. Son las elecciones que se acercan y para las que necesitan sacar a relucir algún tipo de logro.
Nuevamente tocará a les docentes hacernos cargo y dar la cara. Serán las escuelas las que deberán, como pide el contexto electoral, reconstruir desde las cenizas la escolaridad de miles de pibes y pibas abandonados por el Estado, cuando así lo requiere su política mediática.
Secretaría de Asuntos Pedagógicos