Este año muchos docentes de la Ciudad volvimos a inscribirnos a través del sistema online. Algunos (como los docentes de Artística y de Normales) lo hicimos luego de que en 2015 no tuvimos la posibilidad de inscribirnos de ninguna manera.
Se suman nuevos docentes al mismo sistema que el año pasado ocasionó numerosos problemas y generó importantes demoras en la confección de los listados. Esto ocasionó que, por primera vez en 30 años, los concursos de ingreso en Inicial, Primaria y Curriculares no fueran realizados en el mes de diciembre como corresponde.
Además de las desprolijidades y los inconvenientes técnicos que el año pasado obligaron al propio Ministerio a establecer una prórroga, la actual implementación de la informática lejos está de la neutralidad y la transparencia que se propagandiza desde los carteles amarillos de la gestión. De lo que se trata es de avanzar con la aplicación de la reforma de las juntas de clasificación y su sustitución por un nuevo órgano, la COREAP, subordinada políticamente al Poder Ejecutivo porteño. Detrás de la máquina, está el dedo del gobierno, intentando digitar desde el Ministerio de Educación la conformación de los listados y los concursos.
Como hemos venido manifestando desde 2011, esto es consecuencia directa de la eliminación de las Juntas de Clasificación hecha mediante la ley Abrevaya en 2011 que quitó entre otras cosas las atribuciones de los vocales de Juntas (2/3 votados como representantes de los trabajadores por el voto directo) de realizar la confección de los listados a ser utilizados en los distintos concursos, rol que asumió el nuevo organismo de reemplazo de las Juntas – COREAP- con los resultados que tenemos a la vista.
La aplicación de la Ley Abrevaya perseguía el objetivo político de eliminar los concursos y avanzar en la implementación de las designaciones a dedo de los docentes. La puesta en marcha de la COREAP y de la inscripción online resultaron a todas luces ineficientes. Pero, más allá de los errores técnicos, que han generado múltiples problemas a la docencia, lo que hay detrás es una política que claramente lleva adelante el Ministerio de Educación de la Ciudad para eliminar los concursos. Esto quedó de manifiesto con la ley Gorleri de 2015, que elimina las elecciones para vocales de Juntas – imponiendo un mecanismo de designación por sindicatos en un claro acuerdo con los sindicatos que vienen sosteniendo una política de integración y acuerdos con el gobierno macrista en detrimento de la docencia y la educación pública-, cercenando los derechos democráticos de la docencia.
Desde Ademys insistimos en que deben restituirse las Juntas de Clasificación, con sus funciones históricas, y debe convocarse inmediatamente a elecciones de Vocales de Junta, para que la docencia elija a sus representantes, única garantía de transparencia y democracia en la elaboración de listados y realización de concursos.
NO A LA ELECCIÓN A DEDO DE LA DOCENCIA
RESTITUCIÓN DE LAS JUNTAS DE CLASIFICACIÓN
ELECCIONES YA DE VOCALES DE JUNTA
Si tuviste problemas o no pudiste inscribirte, vení con Ademys este viernes 6/5 al CAD – 12 HS en Constitución 1137