En la reunión que mantuvimos con funcionarios del Ministerio de Educación de la Ciudad en el día de hoy, el gobierno ratificó que se esta trabajando para llevar adelante una vuelta a la presencialidad el 17 de febrero del total de la matrícula escolar durante todos los días de la semana al menos 4 horas por día. No habrá comedores y se seguiría con la modalidad de bolsones.
Esto significa que todxs lxs estudiantes de todos los niveles y todos los docentes volverían a las escuelas. No se está, en principio, planteando un sistema mixto de convivencia de la virtualidad con la presencialidad, sino que cada docente conforme una «burbuja», con, por ejemplo, los 30 estudiantes de su curso.
Según manifestaron, el Ministerio de Salud habilitará la circulación de lxs docentes de una burbuja a otra, no solo en primaria sino también en secundaria, donde lxs docentes estamos en contacto con cientos de estudiantes por día.
El Ministerio planteó que se estarían desarrollando obras de infraestructura para garantizar circulación manteniendo recomendaciones de los protocolos y que cada escuela deberá resolver, en la semana del 8 al 16 de febrero cómo organizar los horarios de entradas y salidas, recreos, espacios áulicos, protocolo de uso de baños con horarios por curso, si hay que reducir la cantidad de horas de asistencia presencial o cantidad de cursos por falta de espacios, etc. También plantearon que se sugerirá la modalidad de clases con el docente al frente y distanciado de lxs estudiantes, con tapabocas y máscara.
Desde Ademys planteamos la imposibilidad objetiva de que en la mayoría de las escuelas se cumpla con el distanciamiento necesario dentro de un aula si concurren todxs lxs estudiantes y que la concurrencia de la totalidad de la matrícula implica una circulación de 1 millón doscientas mil personas en la Ciudad, lo que incrementa muchísimo el riesgo de contagios, sobre todo en el transporte público – el gobierno planteó que no se pondrá transporte escolar. Tampoco serán obligatorios los testeos a lxs docentes.
Por otra parte, planteamos las dificultades en términos pedagógicos de resolver en una semana varias de estas cuestiones.
Si bien se garantizó que serán exentos de la obligatoriedad de asistir presencialmente lxs docentes y no docentes que sean personas de riesgo (quienes deberán realizar nuevamente el trámite), no estarán exentos del trabajo virtual y serán quienes asuman el acompañamiento virtual de lxs estudiantes que no concurran presencialmente por ser también personas de riesgo. Sólo se contratará a más docentes en el caso de que fuera indispensable porque fueran, por ej, maestrx de grado y no si fuera bibliotecarix. En el caso de que fuera un docente de una materia de secundaria, no se contraría suplente, sino que se dictará virtualmente. Tampoco tendrá vigencia la dispensa por hijxs menores de 14 años porque entienden que dada la presencialidad, eso no será necesario.Tampoco contemplarán a quienes convivan con personas de riesgo.
Del mismo modo plantearon que estarían contratando personal auxiliar extra y cuadrillas tercerizadas para tareas de limpieza, y que se triplicará la dotación de elementos de higiene.
Por otra parte, plantearon que no estará disponible en febrero la vacuna y que no pueden dar certezas al respecto por depender del estado nacional.
Finalmente, plantearon que todo esto estará eventualmente supeditado a la aprobación de la autoridad sanitaria, que se están planteando distintos dispostivos para los distintos escenarios, y que de no ser posible la presencialidad de la totalidad de la matrícula y hubiera que reducir la cantidad de estudiantes que asisten se priorizará la presencialidad de quienes tienen «menor autonomía», inicial y primaria. Es decir quienes no pueden cuidarse solos en casa. Se piensa más bien en un escenario de cierres y aperturas, como ocurrió en otros países, con las graves consecuencias que se están evidenciando.
Si las familias no acordaran con mandar a sus hijxs a las escuelas, no hay definiciones con respecto a la obligatoriedad.
Con respecto al reclamo salarial, el gobierno manifestó que no va a tratarse el tema hasta febrero.
Desde Ademys sostuvimos que, reconociendo la importancia de la presencialidad para el proceso de enseñanza y aprendizaje, no vemos un escenario de vuelta a la presencialidad en las condiciones en las que el gobierno lo plantea, que deberemos esperar a la evolución de la situación sanitaria en febrero – el propio Rodríguez Larreta admitió esta mañana que estamos en segunda ola-, y que de ser posible una vuelta a la presencialidad requerimos obras de infraestructura serias, re adecuación de espacios escolares, conectividad y equipos, elementos de higiene y limpieza, etc. Todo esto podría realizarse si efectivamente la educación fuera una prioridad y se le destinarán los recursos necesarios.
Desde Ademys, volvemos a maniestar nuestro repudio al desdoblamiento de la reunión citada en una clara maniobra que pretendió dividir las voces de las representaciones docentes que nos oponemos a las políticas del gobierno.
Cuando regresemos en febrero, evaluaremos la situación, convocaremos a asambleas abiertas y resolveremos colectiva y democráticamente las acciones a seguir poniendo como prioridad la salud de les estudiantes, sus familias y del conjunto de lxs trabajadores de la educación.
La escuela no es una guardería
La prioridad debe ser la salud de la comunidad educativa y del conjunto de la población.