Gracias a la enorme organización y resistencia desplegada por las escuelas y distritos, en todas las áreas y diferentes programas; gracias a los cientos de pronunciamientos y manifestaciones de rechazo de la docencia, las familias y comunidad en general, que se expresaron en múltiples asambleas de escuelas y de distritos; gracias también al rol que jugó nuestro sindicato Ademys que convocó a una muy masiva asamblea abierta de la docencia, que votó el paro y el inicio de un plan de lucha si el gobierno no retrocedía; se logró dar vuelta momentáneamente esta prematura apertura de clases.
El Ministerio de Educación de la Nación – que se había manifestado de acuerdo con la propuesta se Larreta-, tuvo que retractarse, por lo que informó oficialmente que no avalará el protocolo de vuelta a clases presenciales que pretendía ser aplicado por el gobierno porteño de Horacio Rodríguez Larreta.
La organización desde abajo que promovemos fuertemente desde Ademys, la contundencia del rechazo colectivo, logró torcer el brazo a ambos gobiernos.
Al tiempo que valoramos este importante paso, que pone de manifiesto la potencialidad de nuestro gremio cuando se pone de pie y pelea junto a las familias, alertamos sobre los seguros nuevos intentos de una vuelta progresiva a las aulas como se ha firmado en el CFE, aún cuando siguen sin existir las condiciones epidemiológicas para que ello se realice sin poner en riesgo la salud y la vida de las y los estudiantes, los trabajadores y trabajadoras y las familias.
Al mismo tiempo, vale señalar que la comunicación oficial de Trotta a Acuña no aprueba el protocolo presentado por Ciudad, pero hace cargo por completo a la jurisdicción de garantizar el acceso a las herramientas digitales necesarias para paliar las desigualdades a las que hace referencia y que, obviamente, existen de sobra. Se refiere a «estrategias» sobre las cuales estaría trabajando para abordar esas desigualdades, pero no conocemos ninguna hasta el momento. Y, por supuesto, el gobierno de la Ciudad no va a desarrollar ninguna de esas «políticas socioeducativas», como viene demostrando. Básicamente porque no le importan en lo más mínimo las y los pibes de la escuela pública, y mucho menos las y los pibes pobres.
Festejamos este triunfo, pero seguimos alertas y reclamando por todas nuestras reivindicaciones.
Exigimos equipos y conectividad para todxs lxs estudiantes y docentes;
Exigimos alimentos en cantidad y de calidad para todas las familias;
Exigimos ingreso de emergencia para lxs docentes sin cargo;
No a los ceses a los suplentes
No al congelamiento salarial